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Nacional-Peñarol: un gol cada 34 minutos, una expulsión cada 75 y un penal cada 223

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Clásico
Gerardo Perez

LA COMPUTADORA DEL CLÁSICO

En los 49 encuentros clásicos por el Uruguayo jugados desde 2001 el resultado más común fue el 0 a 0

L a estadística del clásico por el Campeonato Uruguayo en el siglo XXI marca 18 triunfos de Nacional, 14 de Peñarol y 18 empates, sobre 49 partidos jugados. La diferencia en la suma es el famoso “clásico de la garrafa”, que no se disputó y tuvo un resultado atribuido al tricolor por 3 a 0.

Por eso, para reseñar goles, penales y expulsiones -las incidencias más importantes de cualquier partido- se toman en cuenta esos 49 juegos efectivamente disputados entre el Torneo Apertura de 2001 y la semifinal por el Campeonato Uruguayo 2019.

Los detalles de esos 49 juegos fueron ingresados a una imaginaria computadora para determinar cuándo es más factible que se produzca un gol, se sancione un penal o se determine una expulsión. Con la salvedad habitual en estos casos: más allá de los antecedentes, siempre es posible esperar un encuentro aburrido y sin gritos de gol o, por el contrario, uno espectacular, con varios goles. Esto es fútbol y clásicos son clásicos, dicen dos lugares comunes.

El resultado más común es el 0-0, que se dio ocho veces en estas casi dos décadas, seguido por el 1-1, que se repitió en siete ocasiones. El triunfo más habitual ha sido el 2-1, que se registró en seis oportunidades. Además hubo cinco 1-0, cinco 2-0 y cinco 3-2.

Si se mantienen los lineamientos 2001-2019, los hinchas pueden esperar por ejemplo que al final de cada tiempo llegue un penal, pero sobre todo resulta bastante probable que en los últimos minutos del partido se produzca al menos una expulsión, porque fue la tendencia en los 49 clásicos estudiados (ver aparte).

¿Y cuándo llegarán los goles? En este siglo viene registrándose un gol cada 34 minutos aproximadamente. El promedio por partido es de 2,65 tantos. Eso representa algo más que un empate a un tanto y se aproxima a la victoria de alguno de los contendientes por 2 a 1, dos de los tanteadores más comunes como se ha visto.

Del total de 130 goles, Peñarol suma 66, a razón de uno cada 67 minutos y fracción. Nacional convirtió 64, o sea uno cada 69 minutos.

En los primeros tiempos, Peñarol “gana” con 33 goles contra 25, mientras que Nacional prevalece en los segundos tiempos con 35 contra 31. En la suma, fueron 58 en los primeros tiempos y 66 en los segundos.

A los efectos de este estudio, se contaron aparte los goles registrados en tiempo de descuentos, eso período que ahora se indica “90 más dos”, por ejemplo. En ese lapso breve y a la vez trascendente, el tricolor hizo tres goles y el aurinegro uno. No es lo más frecuente (una vez cada 12 partidos) pero está claro que la emoción puede demorar hasta último momento.

Además, hubo dos tantos logrados en tiempos suplementarios, uno de cada club: una vez Santiago Romero para el tricolor, la otra Cristian Rodríguez para el aurinegro. Ambos definieron el clásico y el campeonato para sus colores.

¿Y cuál es el momento más propicio para los goles? De acuerdo con los antecedentes de este siglo, son más frecuentes las conquistas entre los minutos 16 y 30 del segundo tiempo: hubo 28, de los cuales 16 fueron albos y 12 mirasoles.

En los primeros 15 minutos de estos 49 clásicos se produjeron 16 goles. Peñarol ha sido ligeramente más madrugador: nueve a siete.

Entre los 16 y los 30 minutos se registra la mejor producción aurinegra en absoluto, con 14 goles, contra ocho de su rival, totalizando 22.

En el último cuarto de hora del primer tiempo el ritmo goleador baja un poco: 20, repartidos por igual.

Entre los 46 y los 60 minutos, son 15 goles, nueve aurinegros y seis tricolores.

Nacional resulta más certero por lo común en la parte final de los encuentros. Entre los 61 y los 75 minutos logra 16 tantos, contra 12 de Peñarol, para un total de 28.

En el último cuarto de hora se han marcado 23 goles, con 13 tricolores y 10 aurinegros.

Peñarol comenzó ganando en 24 ocasiones, mientras que Nacional abrió el marcador en 19 oportunidades.

El gol más rápido lo hizo Rodrigo Mora, al minuto en 2012. Los más tardíos fueron los de Marcel Novick en 2016 (tres minutos de descuentos) y Álvaro Recoba dos veces para Nacional: de penal a los cuatro en 2011 y de tiro libre en 2014 y a los cinco de penal en 2011.

LAS EXPULSIONES. De las 59 expulsiones registradas en los clásicos del siglo XXI, nada menos que 33 se produjeron en los 15 minutos finales de los partidos y los descuentos, más de la mitad. Por supuesto, son los momentos más calientes de los encuentros, cuando se hace imperioso cambiar el resultado parcial o mantenerlo. Y eso enciende los ánimos de los protagonistas. También es cuando se agota la paciencia de los árbitros. Estos 33 jugadores se fueron a bañar antes, pero en realidad con poca anticipación al final de los encuentros.

En general, se da una expulsión cada 75 minutos. Por eso, estadísticamente es probable que el domingo haya una.

En la suma aparecen 30 tarjetas rojas para futbolistas de Nacional y 29 para hombres de Peñarol. No se contaron las expulsiones de entrenadores. En la semifinal de 2018 se dio la curiosidad de que los dos técnicos, el aurinegro Diego López y el tricolor Alexander Medina.

Se dice habitualmente que ningún árbitro expulsa al comienzo de los encuentros. No es tan así, porque en los primeros 15 minutos se contaron dos rojas. Entre los 16 y los 30 hubo cuatro y en los 15 minutos finales del primer tiempo se registraron tres.

En la semifinal de 2003 Nacional sufrió dos expulsiones durante el entretiempo: Benoit y Coelho, que estaban en el banco de suplentes, protestaron el gol de Peñarol en el último instante del período y se tuvieron que ir.

En el segundo tiempo aumenta el número de rojas: entre los 46 y los 60 minutos hubo cinco, de los 61 a los 75 se produjeron 10 y en los últimos 15 minutos 30. A eso se suman otros tres en los descuentos.

Los últimos expulsados fueron Ignacio Lores y Kevin Dawson en los minutos 85 y 89, respectivamente, del último clásico.

LOS PENALES. En los 49 clásicos disputados desde 2001 por el Campeonato Uruguayo se sancionaron en total 20 penales. Doce favorecieron a Nacional y ocho a Peñarol. Y las “penas capitales”, como las llamaban los viejos relatores, se dieron especialmente al final de cada tiempo.

En efecto: en los 15 minutos finales de cada tiempo se otorgaron cinco penales, de manera que es el momento más “peligroso” en ese sentido de cada encuentro. Se puede interpretar que esa recta final de cada período es la más intensa, lo cual incrementa el juego en las áreas.

En los primeros 15 minutos resulta raro que se pite esta pena: desde 2001 solo ocurrió una vez, justo al cumplirse el cuarto de hora: lo convirtió Richard Porta para Nacional en 2012. Curiosamente, no fue el primer gol del encuentro, ya que Rodrigo Mora había abierto el marcador para Peñarol al minuto.

De los 16 al 30 minutos del primer tiempo hubo dos penales. Desde los 46 a los 60 se cobró uno solo. De los 61 a los 70 fueron tres.

Como está dicho, en los 15 minutos finales de los partidos se registraron cinco penales.

Además, hubo uno concedido en los descuentos (lo convirtió Álvaro Recoba en 2011) y dos en tiempos suplementarios: Pablo Migliore se lo atajó a Recoba en la semifinal de 2015 y Cristian Rodríguez lo convirtió en la semifinal 2018.

Los árbitros concedieron penales en estos clásicos cada 223 minutos: los tricolores ejecutaron uno cada 406 minutos y los aurinegros cada 496 minutos.

El último fue justamente el del Cebolla Rodríguez en 2018, que valió el título para Peñarol. Pasaron desde entonces cinco partidos completos sin penales. Para que se mantenga el promedio, el domingo tendrían que sancionarse dos.
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