EN MALDONADO

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No habían dos opiniones antes del inicio del partido que definiría la Supercopa Uruguaya 2020: Nacional era amplio favorito sobre Liverpool. Ambos equipos cambiaron de técnico (Gustavo Munúa en el tricolor y Román Cuello en el negriazul), pero los nombres de los planteles marcaban la diferencia.

Nacional, campeón uruguayo 2019 y Liverpool, campeón del Torneo Intermedio, llegaron con ausencias en sus formaciones, pero para los de Belvedere eran más notorias, porque a último momento perdió a una de sus figuras ofensivas, Federico Martínez, y no pudo contar para este juego con Juan Ignacio Ramírez, goleador de la pasada temporada, pues está en Colombia con la Sub 23.

Sin embargo, todo empezó a pedir de boca para Liverpool. El tricolor había impresionado en sus amistosos de pretemporada por la velocidad por las bandas, pero en este caso sufrió con la del negriazul.

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Pase profundo de Hernán Figueredo a la para la llegada hasta el fondo de Cándido, centro y toque al gol de primera de Dávila, el futbolista que está a préstamo de Peñarol. Iban solo 4 minutos y medio y Liverpool se ponía 1-0.

En desventaja, Nacional pasó a manejar la pelota, pero no generó peligro, pues no pudo desnivelar en los mano a mano ante un Liverpool que escalonó bien las marcas y que además hizo faltas tácticas que dieron resultado. Eso sí, entre el minuto 27 y el 32 recibió tres amarillas.

Sobre los 34' llegó la primera de peligro que tuvo el tricolor. Pase de Castro a la izquierda, desborde, centro y entre los zagueros Jacquet y Corujo generaron una pelota suelta que primero tapó el arquero Mehring y que luego el defensa Romero sacó de la línea para evitar el 1-1.

Liverpool, que sorprendió con la velocidad de mitad de cancha hacia adelante e incluso obligó a Luis Mejía a una gran atajada para evitar el 2-0, se fue al descanso en ventaja ante un Nacional que ya en los primeros 45 minutos dio muestras de cuánto extrañará a Matías Viña, porque su proyección hasta el fondo y pase atrás al área para la llegada de un compañero nadie fue capaz de hacerla.

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Así como Munúa sorprendió al colocar al paraguayo Miguel Jacquet desde le inicio en la zaga junto a Guzmán Corujo, volvió a hacerlo con la inclusión para la segunda mitad del argentino Claudio Yacob en la mitad del terreno por el juvenil Trasante. Lo llamativo es porque el volante llegó esta semana y no jugaba desde el 27 de abril del año pasado.

Minutos más tarde, Munúa otra vez sorprendió al sacar a Pablo García (de buen partido) para poner a Sebastián Fernández. Y cuando la variante se estaba asentando en el campo, llegó el 2-0.

Medina encaró a Cougo, amagó a ir para afuera, enganchó hacia adentro y sacó un gran zurdazo con comba para anotar. Así, encaminó al negriazul al título de la Supercopa frente a un Nacional carente de ideas y profundidad. 

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Las mejores situaciones para Nacional llegaron a través de pelotas quietas, sobre todo gracias a la lucha de un solitario Bergessio que se debatió ante los defensas rivales y metió algún cabezazo peligroso.

Por esa vía llegó a los 79' el descuento: centro desde la derecha, ganó Carballo en las alturas y puso el 1-2. Nacional se puso en partido e inició una reacción que estuvo a punto de concretar rápidamente con un disparo de Sebastián Fernández dos minutos más tarde que dio de lleno en el travesaño.

Con muchos delanteros tras los cambios (Ocampo, Castro, Beregessio y Vecino), Nacional fue por el empate, pero no lo consiguió frente a un Liverpool que se desdibujó sobre el final, sobre todo porque se recostó contra su arco y solo defendió.

Nacional fue y fue, con pocas ideas pero sí con convicción. Metió muchas pelotas en el área, pero no podía empujar ninguna adentro del arco.

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Liverpool, muy endeble desde lo físico, aguantó todo lo que pudo, pero en el quinto minuto de los seis de adición que dio el árbitro Gustavo Tejera, Gonzalo "Chori" Castro sacudió su zurda desde lejos y anotó el 2-2 que llevó el partido al alargue.

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La primera mitad de la prórroga transcurrió sin incidencias de peligro. Daba la sensación de que ambos equipos aguardaban por los penales porque físicamente estaban destruidos, pero Liverpool sorprendió.

Viera, de los más frescos porque había sido relevo, sacó un contragolpe en velocidad, habilitó a Martín Correa y éste definió muy bien ante la salida de Mejía para poner el 3-2.

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Iban 106 minutos, así que Nacional tenía tiempo de responder, pero no tuvo chance, porque Liverpool lo liquidó con el gol convertido por Fabricio Díaz, el chico de 16 años que debutó en este partido y que jugó todo el alargue acalambrado.

Román Cuello debuta como técnico dándole a Liverpool el segundo título en en la historia de la institución luego del Intermedio que le posibilitó disputar esta final y la primera Supercopa Uruguaya lograda por un equipo menor. 

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