APERTURA Y LIBERTADORES

Justo antes de visitar a Atlético Mineiro por Copa Libertadores de América, la defensa de Nacional recibió cuatro goles en un solo partido.

Sí, es verdad, ya fastidia que se insista sobre lo mismo, pero el sayo se lo puso el propio Álvaro Gutiérrez cuando asumió. Aquello de mantener el arco en cero como prioridad para Nacional se está desmoronando luego de un buen comienzo, pero lo peor es que ocurre justo en el momento menos indicado, cuando el tricolor está por definir su pase a los octavos de final de la Copa Libertadores y en la semana previa a visitar a Atlético Mineiro, que por peor que venga es un equipo brasileño que en casa piensa solo en el arco de enfrente.

Nacional recibió ante Fénix cuatro goles. Esto significa que en 90 minutos le hicieron más tantos de los que le habían anotado en los seis encuentros anteriores que había dirigido Gutiérrez desde la salida de Eduardo Domínguez. Cerro Porteño por la Libertadores le había convertido uno y Cerro Largo dos por el Apertura, para totalizar tres. Y el equipo de “JR” le hizo cuatro.

¿Tan determinante es para la defensa Felipe Carvalho, ausente en el Capurro? No parece ser la única explicación, sobre todo porque los goles de Fénix no vinieron por el juego aéreo, sino con llegadas en velocidad o disparos lejanos, contando con la mala suerte de Angeleri que desvía dos veces la pelota para descolocar a Conde. El problema principal de la retaguardia tricolor pasó por la falta de contención del mediocampo, la facilidad con la que los laterales fueron desbordados y la escasa efectividad en los mano a mano. Cada pelota dividida se la llevó un jugador de Fénix. Y esto es lo que debe preocupar a Gutiérrez de cara el partido de mañana, porque Carvalho volverá por Angeleri, pero Cotugno, Viña, Neves y García seguramente continuarán en la oncena. Y más desgastados.