El equipo de Gustavo Munúa se reencontró con el triunfo en el Torneo Clausura, venció a El Tanque Sisley con goles de Christian Tabó, Léo Gamalho y Nicolás López, y quedó a tres puntos del líder Plaza Colonia.
Ningún descubrimiento; pero tenía razón “Tola” Antúnez cuando dijo el viernes de noche que “los suplentes de Nacional son titulares en El Tanque”, para aludir a la relativa incidencia que podía tener la cantidad de bajas que iban a tener ayer los tricolores por la epidemia de “paperas” que afecta a los integrantes de su plantel principal desde hace algunas semanas a esta parte.
Es más, obligado por la enfermedad, Nacional encontró el remedio adecuado para superarla: con un equipo que no ha jugado como tal en forma continuada, y sin el rodaje necesario para imprimir la presión, intensidad y dinámica que caracterizaron al conjunto tricolor en sus últimos partidos internacionales, impuso la gravitación y jerarquía de sus individualidades.
Era lo que decía Antúnez, al fin y al cabo. La firmeza de Victorino en la zaga; la solidez de Fucile y Espino en los dos laterales; el equilibrio entre la contención madura de Eguren y la salida fresca de Carballo en el mediocampo; un Tabó fuerte, potente, encarador y a la vez buen definidor como era el de Racing; la clase del “Diente” López para para cerrar el resultado con un golazo tras enganchar y anular a dos rivales; y la precisión de Gamalho para meterle flor de pase a Tabó en la jugada con la que Nacional se puso en ventaja, y para ganar en el juego de alto y anotar el segundo tanto con neto cabezazo, fueron claves para zafar de la emergencia futbolística y sanitaria.
Por pasajes, y sobre todo en la media hora final de la primera etapa, aunque flojo para contener al rival en los costados de su retaguardia y sin juego aéreo como para defender con solvencia por arriba en las cercanías de su arco, El Tanque Sisley apeló al único recurso que le quedaba; balanceó la poca eficacia que tenía en la marca con el manejo de la pelota, y la hizo correr con precisión y fluidez, lo que le permitió sacarse a Nacional de encima, equilibrar algo el trámite, y empatar en forma transitoria en una jugada en la que Galli habilitó muy bien a Vaz y, antes de rematar cruzado, el francés hizo pasar a Polenta de largo.
Era la lógica: el poder modesto de lo colectivo ante lagravitación de las figuras individuales; pero eso duró un rato: hasta que Felipe salió mal por su lado y debió hacer una falta y en la pelota quieta Gamalho, aprovechando el estatismo de la zaga y la floja salida de Gelpi, dejó su marca.
Además, después Antúnez sacó a Galli, que no sólo había gestado la jugada del gol de El Tanque Sisley, sino que con su pujanza y sus pases había tenido a mal traer sobre todo al mediocampo contrario.
Entonces, El Tanque Sisley llegó menos que antes, Nacional se asentó y al final el “Diente” terminó dándole de alta, porque en el plano local venía de empatar contra Juventud y de perder con Cerro y Plaza; ese golazo fue el símbolo de que el equipo tricolor encontró el remedio en su propa enfermedad: a falta de juego colectivo, zafó con el peso de las invidualidades.
NACIONAL 3 - 1 EL TANQUE SISLEY
Estadio: Gran Parque Central.
Árbitro: Pablo Giménez. Asistentes: Nicolás Tarán y Marcelo de León. Cuarto árbitro: Adrián Pereira.
Nacional: Esteban Conde; Jorge Fucile, Mauricio Victorino, Diego Polenta, Alfonso Espino; Sebastián Eguren, Santiago Romero, Felipe Carballo; Christian Tabó, Nicolás López, Léo Gamalho. D.T. Gustavo Munúa.
El Tanque Sisley: Leandro Gelpi; Sergio Felipe, Joaquín Aguirre, Juan Péndola, Maximiliano Montero; Yuri Galli; Juan Carlos Amado, Fernando López; Gastón Machado; Matías Acuña, Walter Vaz. D.T. Julio César Antúnez.
Goles: 9' Christian Tabó (N); 22' Walter Vaz (E.T.S.); 54' L. Gamalho (N), 85' Nicolás López (N).
TORNEO CLAUSURAJORGE SAVIA