DE VOLEA
Históricamente fue un sello rioplatenses, pero son cada vez menos los futbolistas uruguayos que se sacan a un rival de encima eludiéndolo.
En Argentina le dicen gambeta y en España regate, pero para los uruguayos es la moña. Inspirada en ese elemento característico azul que lucimos con orgullo sobre la túnica en la etapa escolar, el eludir a un rival enganchando para un lado y para el otro dibujaba la forma de la moña, tan uruguaya como la habilidad de los futbolistas del Río de la Plata.
Como tantas cosas, la moña está en vías de extinción. Alguien propuso hace algunos años eliminarla del uniforme escolar; los futbolistas uruguayos son cada vez menos capaces de dibujarla sobre el lienzo verde del campo de juego.
Cada vez cuesta más ver a jugadores que le miren los pies al contrincante para ver cómo está parado y engancharle para sacárselo de encima. Ya no se ven los slaloms dejando como palos a los rivales en el camino. Ahora si un futbolista desequilibra lo hace en velocidad —tirando la pelota y corriendo— o en potencia, llevándose puesto al contrario; pero no eludiéndolo.
En la final del Intermedio entre Nacional y Wanderers no hubo quién ganara un mano a mano. Como suele ocurrir en el recreo, el fútbol uruguayo está perdiendo la moña.