BRASIL

El actual crack del Flamengo, Giorgian de Arrascaeta, tiene más seguidores en sus redes sociales que la cantidad de habitantes que hay en Uruguay.
Según la encuesta de la empresa PMPR Excellence, el uruguayo se encuentra dentro del Top 10 de los jugadores con mayor influencia en la primera división de Brasil. El líder de la tabla es Dani Alves con un total de 50,9 millones.

El “Cocho” tiene 4,1 millones de seguidores y se ubica en el octavo puesto junto al peruano Paolo Guerrero. Los otros ocho poseen nacionalidad brasileña y seis de los nueve son compañeros de Giorgian: Gabriel Barbosa (Gabigol) con 12,9 millones y Filipe Luiz con 6,8 millones de seguidores acompañan a Alves en el podio, en el quinto lugar se ubica Diego Ribas que suma 6,1 millones. Debajo del uruguayo se encuentran el arquero Diego Alves con 3,7 millones) y el volante Gerson con 3,5 millones.

Pero, no es ninguna coincidencia que más de la mitad sean parte del plantel de Flamengo, ya que, según la encuesta PMPR Excellence, el club carioca lidera los canales de redes sociales de los clubes con 39 millones de seguidores en sus cuentas oficiales. Lo sigue Corinthians (25,4 millones), San Pablo (15,9 millones) y Palmeiras (13,3 millones).

Para realizar dichas estadísticas se registraron los seguidores de los jugadores en sus cuentas oficiales de Facebook, Instagram y Twitter y las de los clubes a través de las anteriores, pero añadiendo a YouTube y TikTok.

Entre los seguidores de clubes y jugadores la Serie brasileña suma 359 millones, más que la población de Brasil o Estados Unidos.

Peter McLean, Dueño-Director de PMPR Excellence analizó: “El informe muestra que muchos jugadores como Dani Alves y Gabigol son generadores de contenido en los medios y tienen sus propios derechos. El poder de las plantillas, en comparación con los clubes, también es interesante. Estos valores mediáticos y de influencia son importantes cuando un jugador o el equipo están negociando un contrato o un programa de bonificaciones. Un teatro no abre sus puertas sin los actores y éstos legítimamente cobran una considerable tarifa de prensa y una rentabilidad económica”.