SUDÁFRICA 10 AÑOS
Diego Godín, en ese momento de 24 años, tuvo una exuberante actuación en el debut mundialista. En el mediocampo brilló el "Ruso" Pérez.
Atento, seguro, sin fallas. Hizo un par de buenas atajadas. Confirmó su clase.
Firme, concentrado, tuvo muy buen manejo del tiempo y la distancia.
En el primer tiempo tuvo un par de imprecisiones, luego se asentó y al final fue parte de una gran muralla.
El mejor y el más exuberante de la zaga. Anticipó, cruzó, cerró. Hizo todo bien, hasta tapó fallas de Lugano.
Le tocó bailar con la más fea (Ribéry) y le fue difícil controlarlo, por lo que tampoco pudo desdoblarse.
Un león. Bancó en el mediocampo, pasó bien y hasta metió algún cambio de frente claro y punzante.
Le costó agarrarle la vuelta al trámite. Después se afirmó y fue clave.
Dominó su costado en defensa, le costó atacar.
Las pocas veces que tuvo la pelota, metió buenos pases. Se desgastó.
No le llegó casi juego y cayó mucho en offside. Igual insistió sin bajar los brazos.
Protagonizó un par de jugadas amenazantes. No pudo concretar la más clara.
Entró nervioso y en 18’ se ganó dos amarillas y lo echaron. Una lástima.
Trató de presionar a los zagueros rivales pero quedó solo en ataque.
Dio una buena en reducir espacios entre la retaguardia y los volantes.