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¡Mirá lo que generaste hace dos años, "Josema"!

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José María Giménez festeja el gol de la victoria en el partido de Uruguay ante Egipto por el Mundial de Rusia 2018. Foto: Reuters
Soccer Football - World Cup - Group A - Egypt vs Uruguay - Ekaterinburg Arena, Yekaterinburg, Russia - June 15, 2018 Uruguay's Jose Gimenez celebrates scoring their first goal REUTERS/Damir Sagolj
DAMIR SAGOLJ/REUTERS

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Uruguay debutaba en el Mundial de Rusia ante Egipto y ganaba con un tanto de Giménez en el minuto 89 que generó locura entre chicos de Malvín.

Había llegado el momento. El 15 de junio de 2018 Uruguay debutaba en la Copa del Mundo de Rusia. Luego de haber hecho una gran Eliminatoria, en la que había logrado la clasificación en forma directa tras terminar en la segunda posición detrás de Brasil, la Celeste llegaba como candidata. Y la verdad es que no defraudó, porque finalizó quinta, siendo el mejor representante de Sudamérica y quedando eliminada ante Francia, a la postre el campeón.

El debut, en Ekaterimburgo, era ante Egipto. Con un equipo conformado por un mediocampo de muy buen pie, Óscar Tabárez apuntaba a la tenencia del balón y al ataque, variando un tanto la habitual postura de esperar y contraatacar. Sin embargo, la cosa no salió bien.

Los egipcios no contaron con su máxima figura, Mohamed Salah, quien lesionado no tuvo minutos aquella tarde. Aún así, Uruguay no encontró claridad en su juego hasta la segunda mitad, cuando entró el "Cebolla" Rodríguez y con su velocidad comenzó a filtrarse entre la defensa.

El gol, sin embargo, no llegaba. Pero lo hizo en el minuto 89, cuando José María Giménez conectó un cabezazo a centro de Carlos Sánchez a la salida de un tiro libre. Eso desató la locura de los uruguayos de todas partes del mundo.

Este lunes 15 de junio de 2020, exactamente dos años más tarde, en Twitter se publicó la reacción de un grupo de chicos que estaban viendo el partido en un colegio de Malvín. Y resultó emocionante.

Tanto que el propio "Josema" lo retuiteó y debe haber sentido un gran orgullo por haber sido el responsable de generar tanta felicidad, empezando por la suya propia. A los 23 años, jugaba su segundo Mundial, ahora ya afianzado como titular, y convertía su primer tanto en el máximo certamen.

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