Publicidad

El milagro de Alexis Viera: una historia de fe y superación

Compartir esta noticia
Alexis

HISTORIAS

Como cualquier persona Alexis Viera cometió errores y la vida lo golpeó en lo más duro quitándole el fútbol. Hoy camina del lado de Dios y está feliz por despertarse cada día y ver crecer a sus hijos, lo que más pidió cuando estaba tirado en el piso tras haber sido baleado.

Alexis Viera es un fuera de serie que se siente feliz cada vez que vuelve a Uruguay, más ahora que lo hace caminando. Algo que logró por el gran poder de su mente, a pesar de que los médicos le dijeron a su esposa Andrea que ha habían hecho todo lo posible y que sólo un milagro lo haría volver a caminar. Las posibilidades de hacerlo eran solamente del 1% y dependían solo de él. Claro, no lo conocían como su mujer, que se sintió feliz al saber que tenía esa pequeña chance.

Anoche tuvo lugar la avant premiére de la película de Luis Ara: Alexis Viera: Una historia de superación. Estuvo presente el exarquero de Racing, River Plate, Nacional y América de Cali entre otros. En la misma se recrea la carrera de Viera, así como el robo que tuvo lugar en la puerta de su casa en Cali y donde recibió los disparos que cambiaron su vida.

Alexis es hoy un hombre de fe. Y la palabra Dios aparece varias veces durante una charla o una entrevista con él. Pero no siempre fue así. “Antes era una persona que conocía a Dios, pero no caminaba con él. Me mentía a mí mismo y a todo mi entorno, como hoy veo que hacen muchas personas. Aparentando algo que no son. Equivocándose. Yo me equivoqué en lo más importante que tengo, que es mi familia. Me equivoqué con mi señora. ¡Y lo que son las cosas de la vida! Mi señora se enteró una semana antes del incidente que yo me estaba portando mal con ella y se quería venir para Uruguay. Pasó lo que pasó y la vida me golpeó durísimo quitándome el fútbol”, admitió sin pelos en la lengua.

“Recuperé lo más importante: mi familia. Esta situación adversa fortaleció mucho la pareja, hoy me saco el sombrero con mi señora. Me doy cuenta la mujer que tengo. Y doy testimonio a otras personas para que valoren a su familia, porque muchas veces por nuestros actos egoístas -porque no son más que eso- podemos perder a la persona que tenemos al lado”, agregó Viera, quien es consciente de las muchas tentaciones que tiene un deportista de elite. “La decisión siempre la toma uno. Cuando uno está espiritualmente fuerte es fácil portarse bien, pero cuando carecés de parte espiritual, sos débil. Y te caés. Por eso hay que trabajar en uno mismo, en la parte de adentro. Y en conexión con Dios. Hoy estoy en paz, estoy tranquilo. Es difícil de contar, son cosas que para entenderlas hay que vivirlas. Como me pasó a mi cuando a los 13 años fui a un clásico con 60.000 personas en las tribunas y me pregunté que sentirían esos jugadores. Recién tuve la respuesta 12 años después cuando estuve ahí adentro. Sólo en ese momento pude comprenderlo. Hoy la gente me dice que me comprende, pero nadie puede entender mis dolores y lo que me ha tocado vivir”, siguió explicando Alexis, quien continúa padeciendo grandes dolores que debe combatir con medicación.

“Siento dolores las 24 horas del día. Tomo pastillas que me ayudan, pero también me traen otras complicaciones, pero nunca me quedó con lo malo y siempre me van a ver con una sonrisa y con energía positiva. Hoy tras haber despertado y ver a mis hijos, valoro la vida de otra manera. Cuando caí al piso y parecía que me moría, le pedí a ese Dios que no conocía poder ver crecer a mis hijos”, contó sobre Gonzalo y Victoria, que tenían 15 y 6 años en el momento del robo.

SUÁREZ. Viera debutó en Racing con solo 16 años. Tras un pasaje por las juveniles de Peñarol pasó a River Plate. Allí fue dirigido por Martín Lasarte, quien luego lo llevó a Nacional, el club del que él y toda su familia son hinchas. Hubo un partido que Viera relata en la película en que le atajó todo a Luis Suárez, cuando aún era el arquero darsenero. Esa tarde un “Pistolero” juvenil no pudo vulnerar al “Pulpo”. El propio Suárez bromea en el film diciendo que gracias a él logró pasar al equipo tricolor.

“Creo que tuve mi momento en cada equipo. En Racing, en River, en Nacional, en América, en Ñublense y hasta en Atlético donde jugué solo siete partidos. Puedo decir que en todos los equipos tuve momentos buenos. Fui un arquero que a pesar de no ser 10 puntos, era muy difícil que cometiera un error. Trabajaba todos los días para no cometer errores y darle tranquilidad y seguridad al equipo, al técnico y también a la hinchada. Mis errores eran muy de vez en cuando, hay otros que se equivocan una vez por partido”.

parque
Regreso. La tarde en que Viera estuvo en el Gran Parque Central en diciembre de 2016 y fue ovacionado por los hinchas que no olvidan aquellos penales que le atajó a Boca.

Viera cree que su milagrosa recuperación se debió a su fe y a su férrea convicción. Además de un camino que recorrió desde los 13 años, cuando cambió el chip y comenzó a esforzase más que nadie al entrenar para llegar a ser arquero profesional. Las varias lesiones que sufrió en su carrera también le permitieron prepararse para la recuperación más importante y difícil de su vida. “Me rompí cuatro veces la rodilla y jugué 15 años con un ligamento cruzado roto. Todo eso, además de mi obsesión por el trabajo, fue lo que me permite estar de pie”.

Hoy tiene una escuela de fútbol en Cali, donde le da una oportunidad a los niños de barrios carenciados para que no terminen como su agresor, al que perdonó y visitó varias veces en la cárcel, además de prometerle que le dará trabajo en su escuela. Como coaching de vida y del deporte viaja constantemente dando charlas. Tiene varias programadas en Uruguay, donde permanecerá hasta el 17 de este mes.

OBJETIVOS. Pero también tiene un sueño: ser entrenador. Y aunque en algún momento se preguntó si algún equipo lo contrataría, conociendo su forma de ser, seguro lo conseguirá. “Tengo el curso de técnico hecho, sólo me falta ir a Argentina a retirar el diploma. Todo es un proceso en la vida y yo no los acelero. Voy paso a paso. Es algo que me apasiona, pero quiero dirigir cuando me sienta más fuerte. Mientras me quiero seguir preparando y capacitando. Todo va a llegar cuando tenga que hacerlo. Sé que quiero ser técnico”, afirmó.

Ser empresario también le seduce, pero para ser completamente distinto a lo que fueron con él. “A mí me utilizaron, me limpiaron. Yo sería empresario sólo para ayudar al jugador de fútbol, para protegerlo y para hacerle ganar dinero. Siempre pensando en los demás. Hoy me levanto por los demás. Por mis hijos, para quienes todo esto fue muy duro, pero saben que ante cualquier adversidad podrán recuperarse porque si yo pude, ellos también”.

América
Ídolo. Viera no demoró en meterse en los corazones de los hinchas de América de Cali. Foto: archivo El País.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad