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A Migliore le costó adaptarse

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El arquero argentino analizó a Peñarol y reconoció que al principio extrañó el estilo de vida que llevaba en su país.

Es un partido bisagra, por así decirlo. No define nada, pero de darse el resultado, le sacás tres puntos al segundo y esa distancia es importante llegando ya a la mitad del campeonato", dijo Pablo Migliore, quien ayer a mediodía sorprendió en Los Aromos al aparecer en la conferencia de prensa, algo que el arquero argentino no hace muy a menudo.

"El campeonato dice que hemos sufrido más con los equipos que no nos salen a jugar y nos agarran de contragolpe. Esos partidos se nos complican. Aunque tampoco sé hasta qué punto es beneficioso que un equipo nos salga a jugar, porque como no todos lo hacen, encontrarnos con eso también nos puede sorprender", dijo el argentino y se rió ante el comentario de que entonces no le sirve ningún planteamiento de los rivales.

"Es que los partidos, por más que uno los analice y se agarre de las estadísticas, son complicados. Fijate que nos preparamos para un partido con Sud América y no nos salió absolutamente nada y el otro día con El Tanque teníamos el partido medianamente controlado y terminamos sufriendo y casi nos empatan. Por eso creo que más que nada tenemos que hacer hincapié en lo que hacemos nosotros y confiar en eso. Lo que plantee el rival se verá sobre la marcha", dijo convencido el argentino, quien reconoció a su vez la falta de regularidad de su equipo.

"Es difícil analizar a Peñarol, los resultados al menos", admitió. "No hemos conseguido ser regulares. Pero analizando más que nada el juego, creo que lo que estamos haciendo bien últimamente es defendernos sin pelota. Era algo que nos costaba por ser Peñarol, porque siempre tenemos que ir a a atacar y a buscar los partidos. Y cuando jugás contra un equipo que se cierra y te hace un gol, después no le entrás nunca más. Hacen tiempo, te demoran el juego... Y cuando eso lo hace un equipo como Peñarol es mal visto. Que el otro día hiciera tiempo faltando dos minutos, o se defendiera, impacienta un poco a la gente, pero lo que importa es ganar", añadió.

El argentino ha tenido durante el torneo buenas atajadas, incluso algunas claves para que Peñarol pudiera cuidar el resultado como sucedió el fin de semana pasado frente a El Tanque.

La paz

Según dijo, sus buenos rendimientos en lo que va del Clausura se deben a que está mucho más acostumbrado a la realidad de Uruguay. "Me siento bien, tranquilo. Me ha costado un poco, desde lo personal, adaptarme a un estilo de vida totalmente distinto para mí, muy diferente al que uno estaba acostumbrado. Pero era cuestión de adaptarme. Hoy me siento bien, tranquilo, conforme y en plenitud", enfatizó.

"Extraño el ritmo de vida que tenía yo en Argentina. Estaba acostumbrado a otra cosa: entrenar a la mañana y de tarde tener otras actividades; y jugar muchos más partidos. Me costó acostumbrarme a la paz que hay acá. Me cuesta a mí bajar un cambio, sobre todo porque soy medio revirado. Me cuesta bastante sí", admitió.

"Ustedes, los uruguayos, son normales, como tendría que ser todo el mundo. Yo ahora miro desde acá, desde lejos, el ritmo de vida que llevaba antes y no me gusta para nada. Pero igual lo extraño porque lo llevo en la sangre. Je. Eso de vivir acelerado, de estar todo el día consumiendo fútbol. Fijate que hoy en Argentina se juegan como 30 partidos por semana, te podés pasar todo el día, todo el día, mirando la televisión", dijo y lo comparó con lo que sucede en Uruguay.

"Acá son 15 fechas y si no tenés actividad internacional, al no haber una copa que se juegue entre semana, una copa uruguaya, en la que te enfrentes con equipos del ascenso los miércoles... Y después, allá, de ahí para adelante, arranca todo jueves, viernes, sábado y domingo", afirmó y volvió a reír ante la propuesta de que lo planteara en la AUF. "Nooo. Yo no soy nadie para proponer nada, pero yo veo que acá la gente mama fútbol todo el tiempo. Está muy pendiente del fútbol", explicó y contó por qué su familia no ha cruzado el charco con él. "Al arreglar de junio a junio no valía la pena. Si hubiera arreglado de diciembre a enero, era otra cosa. Mis hijos son chicos y no quería hacerlos pasar por tantos cambios", finalizó.

Un partido que marca

River Plate recibe a Peñarol en el estadio Centenario. Son dos equipos muy parejos, con los mismos puntos en el torneo Clausura y en la tabla Anual. Los dos llegan con bajas: River con la de Leandro Rodríguez y Peñarol con la de Urretaviscaya. Ambos técnicos, Almada y Bengoechea, coincidieron que no es un partido definitorio, porque aún falta mucho camino por recorrer en el Clausura, pero sí muy importante. Más teniendo en cuenta la caída que sufrió Nacional este sábado frente a Wanderers.

LAS CLAVES

1 - Tiempo.

Guillermo Almada lleva cuatro años al frente de River Plate. Los jugadores conocen de memoria su idea. Pablo Bengoechea lleva menos de cuatro meses en Peñarol e intenta imponer su impronta.

2 - Cómodo.

Peñarol ha jugado mejor contra los rivales que le salen a jugar y que no lo esperan tanto o se defienden. El mejor partido de los de Bengoechea fue frente a Defensor Sporting. Y River sale siempre a proponer.

3 - Nervios.

A los aurinegros les ha costado mantener la regularidad y la tranquilidad. Varios de los futbolistas han admitido que les cuesta tener calma tras recibir un gol. Puede volver a suceder, más frente a River Plate.

Urretaviscaya afuera.

"Urreta" se sometió ayer a la última prueba y no la pasó. Quedó descartado y abandonó la concentración.

Macaluso concentrado.

Damián Macaluso concentró por primera vez en el torneo. Con MacEachen lesionado, Viera es titular.

Baja: Leandro afuera.

Leandro Rodríguez sufrió ante Fénix una distensión muscular y quedó afuera. En su lugar, el "Morro".

El juvenil a la cancha.

Agustín Ale llegó el jueves de la gira de la selección Sub 20 y hoy será titular en la zaga darsenera.

RIVER - PEÑAROLSILVIA PÉREZ

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