OJO CRÍTICO

Que es el 15 de agosto. No, ese día no, es el primero de agosto. O, quizás, el 8. Entre las sorpresas y versiones de la AUF, la Mutual, la Secretaría Nacional del Deporte y hasta del director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, lo que merece poner en su justo lugar es que ahora sabemos que vuelve el fútbol.

Ahora sabemos que terminó el andar por las casas como extraviados y también cansados de tener que acumular horas buscando nuevas series o películas. Ya está. Vuelve. Con menos temor a la pandemia del COVID-19 por la gran gestión que realizaron las autoridades gubernamentales y el equipo de científicos que se formó para dar los mejores pasos y con la ilusión de ver otra vez los partidos del fútbol nuestro de cada día.

Con sus limitaciones, porque nadie las desconoce, pero también con su carga emocional. Porque lo que está claro es que los torneos en Uruguay al final siempre terminan teniendo una definición muy apasionante.

Así que, discusiones o errores en comunicaciones al margen, lo que hay que aplaudir es que se abrió la puerta. Es exclusivamente para los jugadores y para algunos privilegiados que estarán en las canchas, pero el resto lo viviremos por TV. Vuelve el fútbol. Y con un clásico de entrada. Está bueno.