AMISTOSO

Cuarenta minutos de juego y estreno en la red. Aunque en realidad le fueron suficiente los primeros 12 del partido que Valencia disputó ante el Sion (3-0) en el Stade de Tourbillon para festejar su primer gol con el equipo Ché.

Maxi Gómez, el delantero uruguayo que quería quedarse en España y defender a Valencia ya inició su relación con la red, porque el centro que lanzaron desde la izquierda lo fue buscar a las puertas del área chica para tocar de manera suave con su pierna derecha y abrir el marcador ante el conjunto suizo.

El segundo partido de pretemporada que el equipo español afrontó ayer en tierras suizas, antes de poner rumbo de vuelta a Valencia para seguir trabajando en la Ciutat Esportiva, encontró a Gómez en el once inicial.

A diferencia de lo que había sucedido ante el Mónaco, cuando disfrutó nada más que 22 minutos de juego -ingresó a los 68u2019 y con el marcador adverso- ahora el entrenador Marcelino García Toral armó un conjunto más cercano a lo que proyecta tener como titular en la futura campaña deportiva y el atacante de la Selección uruguaya tuvo su ingreso en el once.

Si no protagonizó los 45 minutos de juego de la primera mitad es porque se jugaron dos períodos de 40 y en el descanso se otorgaron nada más que diez minutos. Esto sucedió por razones logísticas relacionadas con la salida del vuelo del equipo a Valencia.

Maxi no fue tenido en cuenta para jugar la segunda mitad y en su lugar ingresó el francés Kevin Gameiro. Eso no impidió que en alguna narración deportiva se anticipara que ese tanto convertido al Sion se convierta u201cen el primero de muchosu201d.

El suceso logrado en LaLiga con la camiseta del Celta fue lo que colaboró para que el Valencia se movilizara con convicción para concretar su fichaje. De hecho realizó con inteligencia su jugada para evitar que el West Ham le ganara la pulseada. Es cierto que también fue clave el respeto que tuvo el conjunto gallego al acuerdo alcanzado previamente. Caso contrario este primer gol no se hubiese dado.