El volante hizo dos goles clave, pero va a perder una apuesta con su hermano.

El jugador se tiene que tener confianza, si no, no puede entrar a una cancha. En la semana siempre trato de encontrar algo para mejorar. Y cuando agarro la pelota miro siempre al arquero", dijo Maximiliano Rodríguez, que marcó dos goles para darle la victoria a Peñarol. El primero de ellos, una obra de arte. "Esta vez se dio, la pude agarrar bien y fue un gol muy importante para nosotros".

El jueves, en la práctica de fútbol que el equipo de Da Silva llevó a cabo en el Campeón del Siglo, "Maxi" había anotado un gol muy similiar al primero que le marcó ayer a Rentistas, aunque en la práctica estaba ubicado más al medio de la cancha.

"No me siento el héroe del partido. Acá no hay héroes, hay jugadores de fútbol que tratan de dar lo mejor. Por suerte hice dos goles, pero hubo jugadores de la casa como Fede (Valverde) y Diego (Rossi) que hicieron un muy buen papel. Ellos también tienen un gran valor en esta victoria", dijo más adelante el exbohemio con mucha humildad. "El partido estaba muy difícil. Mejoramos mucho en el segundo tiempo. En el primero el partido estaba trancado, pero por suerte entramos bien; los cambios son para eso. Los que entramos lo hacemos más descansados y tratamos de cambiar el partido", explicó.

"Da Silva me pidió que agarrara la pelota e hiciera lo que sabía hacer. El gol ayudó mucho porque me dio confianza", reconoció el volante.

Rodríguez estuvo un tiempo afuera del equipo, en parte porque estuvo enfermo y sintió que perdía un poco de pie en el equipo. "Son momentos difíciles, no estar en el plantel me costó, pero seguí entrenando y esperando hasta tener otra vez la oportunidad. Y ahora la pude aprovechar", admitió.

Al final se refirió a su hermano Gastón, quien juega en Wanderers, y a una apuesta que ambos realizaron sobre sus goles. Gastón lleva 10 goles en el torneo Clausura y "Maxi" tres. "Hicimos una apuesta antes de empezar el torneo, pero voy muy lejos. Voy a ver si de a poco me puedo ir recuperando", contó riendo el auriengro. "Creo que voy a tener que pagar", se lamentó. Pero no quiso contar cuál había sido la apuesta. De todas maneras, aclaró que lo que apostaron era personal y no tenía un valor económico.

peñarolSILVIA PÉREZ