ACCIDENTE

No siempre los futbolistas se lesionan en la cancha. También, como cualquier otra persona, sufren accidentes domésticos. Es lo que le sucedió el domingo pasado al capitán de Defensor Sporting, Mathías Cardacio.

El “Bocha” terminó internado en la Asociación Española tras sufrir quemaduras al intentar encender una estufa en el balcón de su residencia. Su esposa Stephanie, también se quemó una de sus manos, pero con menor entidad. El volante estaba de short y fueron sus piernas las que llevaron la peor parte.

Afortunadamente, Catalina, la hija de ambos, estaba con sus abuelos paternos y no se encontraba en el lugar, porque ver a su papá luchando con las llamas la hubiera asustado mucho.

“La verdad la saqué regalada. Ahora empiezan las curaciones, pero tengo para un tiempo acá en La Española”, le dijo un muy dolorido Cardacio a Ovación.

La zona afectada es grande y los médicos ya le explicaron que debe ser muy constante en las curaciones. De todas maneas, en la presente jornada iba a verlo un cirujano plástico para descartar la necesidad de una intervención.

La recuperación le va a demandar unos dos meses. Podría llevarle más, pero su condición de deportista y su buena cicatrización, lo favorecen.

El “Bochita” no fue el primero ni será el último en sufrir un accidente doméstico. En 2017, Rodrigo Aguirre jugaba en Nacional y al intentar abrir una puerta en su casa se le cayó encima un vidrio que le produjo un corte profundo en el brazo.

Ese mismo año el también tricolor Santiago Romero paseaba a su perro que fue atacado por otro can. En su afán por separarlos el “Colo” sufrió heridas en brazo y pierna y tuvieron que darle varios puntos.

En la Navidad del 2017 el entonces delantero de Peñarol, Lucas Viatri sufrió un accidente con pirotecnia quemándose el rostro y afectándole la retina del ojo izquierdo.

A fines de 2013 el arquero Juan Obelar perdió cuatro dedos de su mano izquierda mientras trabajab haciendo una mesa de madera con una amoladora.

En sus épocas de capitán tricolor Alejandro Lembo se resbaló mientras se bañaba en Los Céspedes, sufrió un golpe muy fuert en el rostro  y tuvieron que darle varios puntos.

Ever Banega, por su perte, fracturó en Valencia cuando su auto echó a andar en una gasolinera al no tener el freno de mano puesto e intentó detenerlo con el pie.