“Marujo” verá el partido por TV junto al extricolor Gustavo Méndez, su compadre.

Creo que va a ganar Peñarol 2 a 0, tiene mejores individualidades. Los de arriba están inspirados y a la defensa le han convertido pocos goles. Pasa por eso la confianza que yo tengo”, dice Marcelo Otero que jugó en Peñarol entre 1992 y 1995, antes de emigrar a Europa.

“Hasta el día de hoy me acuerdo de mi primer clásico, cuando recién había llegado de Rampla. Me hicieron el penal, me lo hizo el Hugo de León. El gol lo hizo Bengoechea y ganamos 1 a 0. Perdí un solo clásico, por la Liguilla, y gané el resto.

Hice goles clásicos también”, relató “Marujo” y se puso a elegir un gol clásico.

“Fue una jugada muy elaborada desde la mitad de la cancha con el ‘Patito’ Aguilera y el ‘Gallego’ Martínez. Íbamos 1 a 1 y pude hacer el segundo. Recuerdo que fue un partido de ida y vuelta, el gol de ellos lo hizo O’Neill. Ganamos 2 a 1. Un gol en un clásico es lo máximo porque es lo que esperan los hinchas”, afirmó recordando aquel clásico que se diputó el 9 de octubre de 1994 en el que marcó los dos goles carboneros.

Al momento de recordar la previa del partido más importante del año, Otero recuerda: “Concentrábamos dos o tres días antes, para estar tranquilos y estudiar bien al rival”.

“En la previa estábamos siempre hablando con los compañeros, del partido, del rival, de cómo íbamos a jugar y de cómo había que estar concentrados en esos partidos que son difíciles, totalmente diferente a otros. Era un gran grupo, como una familia”.

“Y la gente estaba afuera alentándonos en la puerta de Los Aromos. Eso era muy importante para nosotros, porque uno juega por uno, pero también por la gente que es la que paga la entrada y te va a ver”, agregó quien disfrutó las habilitaciones del hoy técnico mirasol.

“Yo le decía a Pablo que me la tirara siempre larga, como yo era rápido, lo aprovechaba haciendo goles. Que, en definitiva, era lo que nos pedían”.

Es muy probable que “Marujo” vea el partido del domingo con un ex jugador de Nacional.

“Pensaba ir al estadio, pero como es el cumpleaños de mi ahijado, que es el hijo de Gustavo Méndez, seguramente lo vea en su casa”. Siempre bromeando o apostando con Gustavo”, contó el exdelantero mirasol.

“Lo veo tranquilo. Se ve que ha cambiado mucho, es lógico, no es lo mismo jugar que estar afuera. En Peñarol hay muchísima presión y hay que tener corazón caliente y mente fría”.

“Peñarol tiene dos puntos de ventaja, pero no se puede regalar. Nacional tiene un buen equipo. Tiene gente rápida y hay que cuidar a Alonso, que es el goleador y las pelea todas”.

“Llegan iguales, ninguno mejor que el otro. Pero yo sé que Peñarol en los clásicos es diferente”, enfatizó ilusionado quien se sigue poniendo nervioso aunque ya no juegue.

RECUERDOS CLÁSICOS