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Maracaná se desvanece entre gatos y vandalismo

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Foto: Reuters.

El consorcio que administra al mítico estadio que albergó la inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos, integrado por Odebrecht, y el Estado deslindan responsabilidades de la actualidad del escenario. Mirá la fotogalería.

Instalaciones sin luz, el césped seco, butacas que faltan y robos nocturnos: el abandono del estadio Maracaná ha disparado las alarmas en Río de Janeiro, cinco meses después de que la ciudad celebró en la mítica arena carioca el arranque de los primeros Juegos Olímpicos sudamericanos.

"SOS Maracaná", señaló la Federación de Fútbol de Río de Janeiro (FERJ) en un comunicado después de que se dieron a conocer las últimas penurias por las que atraviesa el "templo del fútbol brasileño": un robo de bustos colocados en el estadio, así como de televisores y matafuegos, entre otras cosas.

El consorcio administrador del Maracaná, por su parte, rechazó la ola de críticas que viene en aumento desde que comenzó el año. "El Maracaná está en la oscuridad desde hace dos semanas, pero eso no tiene que ver con nosotros", escribió el grupo compuesto por las empresas Odebrecht y AEG, que culpó en su comunicado al Comité Organizador de Río 2016 por la situación.

La empresa mencionó en concreto "decenas de disconformidades" respecto de las condiciones en que fue devuelto el estadio a finales del año pasado. Entre ellas están "la falta de asientos y de equipos de seguridad, como tornos electrónicos, televisores y otros muebles, más allá de (que hay) un centenar de equipos como puertas y barandas rotos", enumeró el consorcio.

El diario O Globo había dado a conocer el 5 de enero la situación calamitosa del estadio. "El Maracaná está entregado a los gatos", decía en un texto en el que hablaba de la falta de electricidad y de gatos que han invadido las instalaciones, con fotos que mostraban butacas arrancadas y el césped cada vez más seco por la falta de cuidados. "El gobierno del estado y el consorcio dicen no tener la responsabilidad por el mantenimiento del estadio, cuya reforma costó 4000 millones de dólares a las arcas públicas", denunció O Globo.

Las disputas en torno de la situación de la emblemática arena carioca no son nuevas. En octubre del año pasado, el consorcio administrador y Río 2016 intercambiaron acusaciones por la puesta a punto del estadio. Pese a las disputas, el Maracaná pudo ser reinaugurado a finales de octubre con el "clásico del pueblo" entre el club carioca Flamengo y el paulista Corinthians, y Río 2016 entregó el estadio finalmente con algunos días de retraso en noviembre.

Pero los problemas en torno al estadio están ahora de vuelta, en una ciudad que tiene desde hace meses dificultades para pagar los salarios de los servidores públicos debido a la crisis económica en Brasil.
La situación llevó a que la FERJ convocase a los clubes cariocas a una reunión el 17 de este mes para considerar si pueden utilizar el campo en la próxima temporada. "La preocupación por el presente y futuro del estadio sólo aumenta", aseguró la federación. Otros perjudicados barajan incluso otras opciones. "Nosotros preferimos el Maracaná. Pero si fuera necesario, vamos a considerar la construcción de un estadio propio", dijo el presidente del Flamengo, Eduardo Bandeira de Mello.

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BRASILLA NACIÓN / GDA

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