INGLATERRA

Anfield vivió su fiesta, aunque con el sabor agridulce de no haber sido como le hubiera gustado. Liverpool venció 5-3 a Chelsea en un gran partido y recibió en su estadio, en lo que fue su última presentación en casa, la copa de campeón. Para que la celebración sea total faltó el haber podido compartir ese momento de gloria que se le negó por tres décadas junto a la afición, ausente por la pandemia de coronavirus.

El que no celebró tanto fue Chelsea, porque la derrota lo complicó en su camino hacia la Champions League. Todavía está en el top 4, indispensable para disputar el máximo torneo de clubes, pero no podrá perder en la última jornada. Recibirá al sorprendente Wolverhampton, que está sexto y peleando con Tottenham por lograr el cupo para pre-Europa League. Si los Blue hubieran ganado este miércoles ya tendrían asegurado el boleto a Europa. No obstante, tienen grandes posibilidades, pues el empate les bastará.

El que se jugará todo fuera de casa será Manchester United, que al empatar 1-1 en Old Trafford ante West Ham (se salvó del descenso) disputará una verdadera final en la última jornada en campo de Leicester. Está en juego ir a la Champions y lo logrará el que gane. Los Reds tienen 63 puntos, uno más que su futuro rival. El empate le dará la clasificación a los de Ole Gunnar Solksjaer.

Con Norwich y Nournemouth ya descendidos, la batalla para permanecer en Champions League está entre dos: Watford y Aston Villa. Ambos tienen 34 puntos. El primero parece tener el panorama más complicado, pues visitará a Liverpool, mientras que los villanos irán al campo del ya salvado West Ham.