CHAMPIONS LEAGUE

Dificultades en los vuelos y aumentos disparatados en los hoteles ucranianos afectan a los hinchas del Real.

La final de la Champions League, el sábado próximo en Kiev, quizás muestre claros en las tribunas por primera vez en mucho tiempo. Los diarios españoles informan que muchos socios del Real Madrid que habían ganado el sorteo para adquirir entradas las están devolviendo, ante lo complicado que resulta viajar a esa ciudad de Ucrania para el partido contra Liverpool. Hay pocos vuelos de línea, que cuestan de 800 euros hacia arriba por un trayecto de casi 21 horas, debido a las escalas. La única posibilidad parece ser entrar en un charter, pagando por lo menos mil euros.

Pero la dificultad mayor son los hoteles, cuyos precios se han disparado en forma notoria. Las pocas habitaciones disponibles tienen un precio hasta 60 veces mayor de lo habitual. Una habitación que normalmente costaría 48 euros, pasó a costar 3.000 para la noche del sábado 26. Para poder aumentar sus precios, muchos hoteleros cancelaron reservas previas realizadas a precios habituales, utilizando todo tipo de excusas: “para esa fecha el hotel estará sin luz ni agua”, “un virus informático atacó nuestros archivos”, según informó la prensa en España.

Incluso al plantel y técnicos del Real Madrid, que disponen de 800 entradas para familiares y amigos, le están sobrando muchos boletos.

Curiosamente, los aficionados del Liverpool no se han quejado por esta situación.