FÚTBOL FEMENINO

Es el cuarto título europeo consecutivo para las francesas.

En Budapest, el Lyon logró su cuarta Champions League femenina consecutiva, la sexta desde 2011, al golear 4-1 al Barcelona con un recital de la noruega Ada Hegerberg, autora de un triplete en un cuarto de hora.

Abrió el marcador la alemana Dzsenifer Marozsan a los cinco minutos de juego y luego llegó la exhibición de la primera Balón de Oro a los 15, 21 y 31. El gol de la honra azulgrana lo logró la nigeriana Asisat Oshoala en los minutos finales.

El Barcelona, que pisaba por primera vez la final de la Champions, sufrió una espectacular paliza, cimentada en la eficacia goleadora de las inamovibles reinas de Europa.

Tras haber hecho de su solidez defensiva su argumento para llegar a la final, acumulando siete partidos consecutivos sin recibir goles, el equipo azulgrana vio su imbatibilidad saltar por los aires rápidamente.

Fueron cuatro goles en cinco disparos entre los tres palos. Este ejercicio de eficacia fue suficiente para que las jugadoras del Lyon mantuvieran su reinado.

Una temprana goleada (la mayor en el tiempo reglamentario del partido decisivo desde la creación de la competición en 2009), que contrasta con la resolución de sus tres últimas finales, dos por penales y una en la prórroga.