En Barcelona dicen: “Los goles avalan los 81 millones”, y “por eso pagamos lo que pagamos”

"Por esto pagamos lo que pagamos por Suárez", dijo Luis Enrique, el entrenador del Barcelona, feliz tras la victoria clásica ante el Real Madrid. "Los goles avalan los 81 millones (de euros) que costó Suárez", tituló la prensa catalana, pero el mundo volvió a hablar del uruguayo, otra vez, en la cresta de la ola por su gol y su desempeño.

Ser crack entre los cracks, no debe ser fácil, pero Suárez ya lo logró. Integra esa trilogía fenomenal del Barcelona junto a Messi y Neymar, y su imagen recorre el planeta fútbol de arriba a abajo.

"Por ahora, es el gol más importante que he hecho con el Barça, y tiene un significado extra, también por el rival que era", confesó el salteño tras el clásico, rodeado por medio centenar de periodistas.

Los micrófonos lo acorralaron, fueron su sombra, y no lo dejaron mover, justo a él, un escapista como pocos con la pelota al pie. "En el gol, traté de aprovechar el espacio entre los defensas y de ser lo más rápido posible para no darle tiempo a los centrales. Por suerte salió bien", reconoció Luis con una sonrisa de oreja a oreja.

"Queda mucho camino, sabemos que la Liga es muy difícil. Hay que aprovechar esta ventaja contra un rival como el Real Madrid. Igual que en todas las Ligas, no sabés qué puede pasar, no nos podemos relajar", admitió.

Lleva 14 goles con la azulgrana del Barcelona. Ocho en la Liga, cuatro en la Champions y dos en la Copa del Rey, y todos con su sello de "Pistolero", el mismo que hipnotizó a los fans del Liverpool y eliminó a Inglaterra de la Copa del Mundo 2014.

Vale cada euro que pagó el Barcelona por su ficha. Es oro en polvo, y eso que recién empieza su carrera en el club catalán, el que le abrió las puertas cuando nadie quería saber nada de él.

"Suárez fue determinante para subrayar la jerarquía barcelonista en el instante crucial, cuando la Liga parecía romper a favor del Madrid", escribió El País. "Golpe al Madrid, ¡a lo campeón!", tituló Sport, acompañado de un "Suárez marcó un gol que vale media Liga". Dos campanas, una realidad.

Que está "gordo", que no juega bien, que no rinde, que Messi no se la pasa. Los diarios españoles tejían una y mil historias sobre Luis Suárez, el "Pistolero" del Liverpool que no podía hacer ni un gol con la del Barcelona. Hasta que el 25 de noviembre de 2014, rompió el maleficio en la Champions League, contra el Apoel de Chipre. El conjuntó culé goleó 4 a 0 y Suárez, el de siempre, se hacía presente en el marcador: "Nunca estuve nervioso, pero los goles ayudan", dijo.

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El 20 de diciembre anotaba su primer gol en la Liga, en la goleada del Barcelona ante el Córdoba por 5 a 0. Hizo un gol, y pasó la Navidad con una sonrisa. La racha continuaría en los primeros días del 2015, el 11 de enero, cuando le anotó al Atlético Madrid de Godín y "Josema" en el triunfo catalán por 3-1. Bilbao, Levante, Granada y Rayo Vallecano (2) sufrieron los ataques del uruguayo en la red. Suárez estaba mostrando su perfil de goleador junto a Messi y Neymar. Trío fatal.

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Barcelona se había despachado el 10 de diciembre de 2014 con un 3-1 ante el PSG, y uno de esos goles, lo había convertido Suárez. El conjunto culé seguía airoso en la Champions, pero le esperaba un partido duro, difícil, en Manchester, ante el City. Era el regreso de Luis a Inglaterra y los medios lo esperaban agazapados. Les tapó la boca con dos goles. El primero, con típico sello del salteño.

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Esa noche del 24 de febrero en Manchester, sería inolvidable, no sólo para los hinchas del Barcelona, para los del City también, porque Luis Suárez volvió a ser el delantero terrible que los ingleses conocían muy bien del Liverpool y anotó los dos goles de su equipo. Silbado, abucheado, resistido, pero implacable. Volvió a las canchas inglesas, esas que siempre le fueron hostiles, pero no perdonó. Fue el artífice de la victoria de Barcelona en tierras británicas. Fueron dos cachetazos en inglés. Llegó como un héroe a Cataluña.

El clásico estaba igualado 1 a 1. El Madrid jugaba mejor que el Barcelona en el Camp Nou, los hinchas se impacientaban, hasta que un pelotazo largo de Dani Alves habilitó en carrera a Luis Suárez. Dejó atrás a Pepe y Ramos, bajo la pelota con clase y definió como crack. Golazo y triunfo. Ídolo culé.

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