Hay que felicitar a José Luis Rodríguez por su triunfo en las elecciones de Nacional, pero también a los socios tricolores por su valentía. Se la jugaron de verdad al elegir a un par que no tiene un nombre hecho en el club, que nunca pasó por una Comisión Directiva y que, hasta el momento en que ganó, era para la mayoría un desconocido.

Entonces, desde esa realidad hay que hacer una lectura: hubo un voto castigo a Eduardo Ache y su gestión. Hecha la elección, la cuestión principal para el hincha tricolor (no solo los socios) será tenerle paciencia a la nueva comisión directiva, pues el oficialismo tendrá mayoría pero no contará con dirigentes de experiencia, por lo que está expuesto a cometer errores. Quizá no los tenga, lo que sería muy saludable para la institución, pero tendrá que batallar contra una oposición mucho más preparada, conocedora de los pormenores del manejo de un club grande y con todos los "piques" de la profesión.

De que las sesiones de la Directiva no se politicen dependerán los futuros tres años de Nacional. Si juegan a la política desde adentro, el reclamo de cambios de los socios habrá caído en saco roto.

El Análisis