PRETEMPORADA

Pasaron 238 días de aquella tarde fatídica en Maldonado, cuando Rodrigo Amaral saltó, cayó y sintió un fuerte dolor que le impidió seguir primero y luego volver a jugar hasta el día de hoy. La rotura de ligamentos cruzados lo tuvo más tiempo del pensado fuera de circulación, pero ya está casi pronto para volver. La primera muestra la dio este sábado a la mañana, cuando hizo fútbol interno en Los Céspedes.

"Me sentí notable", fue el escueto comentario que le hizo el talentoso mediocampista al programa partidario Pasión Tricolor luego de haberse vuelto a sentir futbolista.

Durante el entrenamiento de fútbol que ordenó Gustavo Munúa este sábado a la mañana, Amaral estuvo en cancha 30 minutos, ya que todavía no está al 100% desde lo físico ante la larga inactividad.

Pasaron siete meses, tres semanas y tres días desde su última presencia en cancha enfrentando rivales. Había participado de fútbol informal junto a sus compañeros, pero no de un partido. ¿Está para volver? Sí, pero no se lo va a apurar.

La idea es que reaparezca el 9 de febrero, en Japón y frente a Omiya Ardija por la Copa Saitama, pero quizás tenga unos pocos minutos ya el martes en el amistoso ante Atlético Rafaela a disputarse en Trinidad, Flores.