CAMPEONATO URUGUAYO

Los arqueros que van a visitar a Plaza Colonia saben que tienen un desafío importante, porque deberán estar atentos durante los 90 minutos ante un equipo que viene muy bien en el Campeonato Uruguayo y pelea por posiciones para ingresar a las copas internacionales. Sin embargo, no es el único reto que saben van a tener.

Cuando termina el partido deberán afrontar uno mucho más difícil: atajarle un penal a Lucas. No importa cómo salga el partido, saben que se enfrentarán al zurdo que tiene un guante en el pie y que además se nota que ha practicado, perfeccionado y mecanizado el disparo, porque pone la pelota siempre en el mismo lugar: contra el palo de su pierna hábil, haciendo que el balón golpee en la parte lateral interna de la red.

Pedro Virgilio Rocha, un futbolista multicampeón uruguayo, de América y del Mundo con Peñarol en la década de 1960, pero además cuatro veces mundialista con Uruguay (entre 1962 y 1974) tenía un cañón  en el pie y ponía siempre la pelota ahí. Los arqueros, por más que sabían que iba a ejecutar para ese lado, jamás podían detenerle el disparo. Él decía que los penales que se ejecutan para que el balón golpee la parte lateral de la red inatajables y Lucas (que curiosamente comparte el apellido de la gloria carbonera), aunque de repente nunca vio ni supo de Rocha, sigue demostrando que su teoría es incontrastable.

Lucas tiene 26 años y Síndrome de Down. No falta a ninguno de los partidos de Plaza enfundado en su camiseta y el club reconoció su adhesión en mayo de este año cuando lo nombró socio honorífico de Plaza Colonia, título que por cierto bien ganado se lo tiene, porque hizo conocer a la institución mundialmente, pues el video del penal que le pateó a Kevin Dawson se hizo viral.

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El primero que padeció la zurda de Lucas fue Federico Cristóforo. Sorprendió a propios y extraños que un chico apareciera en la mitad de la cancha con una pelota en la mano y le pidiera si le podía atajar un penal. El arquero de Danubio aceptó y el balón terminó en la red. Eso luego se transformó en una tradición, aunque obviamente tomó estado público luego, cuando el pedido le llegó a Dawson, se prestó el árbitro Andrés Matonte para dar la orden y fue televisado en directo.

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Este martes a la noche el turno de experimentar la precisión de Lucas fue Sergio Rochet. Una vez concretado el triunfo de Nacional 2-0 sobre Plaza Colonia, el socio más famoso del Pata Blanca puso la pelota en el punto blanco, Andrés Cunha hizo sonar el silbato y el disparo fue allá, a donde nadie puede sacar la pelota. El arquero tricolor, apenas atinó a arrodillarse al ver dónde entraba el balón.

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Que se vaya preparando y tomando nota Nicola Pérez, el golero de Progreso, porque es el próximo al que le toca visitar Colonia.