Hinchadas contra hinchadas, y también enfrentamientos con la Policía.

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La violencia en el fútbol parece no tener fin. Dentro y fuera de los escenarios, la locura campea y domina. ‘Vendettas’, emboscadas, robos de banderas, todo sucede lejos de los estadios, pero se paga dentro.

El domingo 23 de octubre se dio un hecho que jamás había acontecido: ocurrió en la tribuna de Peñarol, pero en los últimos años sucedió en diferentes escenarios deportivos con enfrentamientos de hinchas entre ellos mismos o con la policía.

Lo ocurrido en Santa Lucía durante el festejo por el aniversario de Peñarol, con saldo trágico de un muerto (ver en Primera Sección, página A8) cuando hinchas tricolores balearon a sus pares aurinegros, o lo que sucedió en las inmediaciones del Capurro en el último Fénix-Racing, cuando varios hinchas cerveceros agredieron a uno albivioleta y lo dejaron inconsciente, supera todo lo previsible. Ya ni siquiera los hechos de violencia que se dieron en la última década dentro de los mismos escenarios, llama la atención, pero vale la pena repasar.

En 2008, Danubio venció a Nacional en Jardines, pero el festejo de los jugadores duró unos segundos. Hinchas visitantes cortaron el tejido e ingresaron al campo de juego. Lo mismo hicieron los locales y se armó una batalla campal en plena cancha. Lo llamativo es que cuando todo pasó hubo apenas cuatro detenidos.

Dos años más tarde, en semifinales por el Uruguayo 2009/ 2010, Peñarol y Nacional jugaron el último clásico con tribuna compartida y sin vallado. Sobre el cierre del partido, hinchas de ambos equipos comenzaron a tomarse a golpes de puño generando corridas sobre la tribuna. Fueron 29 los detenidos. Para las finales, disputadas una semana más tarde, los clásicos pasaron a jugarse con un pulmón.

En 2013, en otro clásico, el partido estuvo suspendido por 11 minutos. En la Ámsterdam, hinchas mirasoles se enfrentaron con la policía. El partido amagó con suspenderse, pero una vez controlada la situación, el jefe del operativo dio las garantías para continuar.

En 2014, Nacional cayó ante Newells por la Libertadores, pero la atención se la llevaron los disturbios en la Colombes entre tricolores y la policía. Allí, 13 efectivos resultaron heridos y hubo 40 detenidos.

En 2015, en la Tribuna Chile del Tróccoli, los hinchas de Cerro chocaron con las fuerzas de seguridad. El saldo: cinco mayores procesados y dos menores sin internación.

Ese mismo año dejó para la historia el "clásico de la ambulancia". Nacional fue campeón uruguayo, aunque hubo siete minutos del alargue que no se jugaron. Hinchas mirasoles y la policía chocaron en la Ámsterdam y comenzaron a llover butacas hacia la platea.

Ya en 2016, fanáticos de Rosario Central vinieron al Centenario a jugar con River y se pelearon con la policía en la entrada de la Colombes. Hubo robos, avalanchas y destrozos dentro de la tribuna además de 12 efectivos heridos.

Solo son algunos casos de incidentes en los estadios. Lo de afuera, mucho peor.

Hinchas de Cerro y la Policía se enfrentaron en la cabecera local del estadio Luis Tróccoli mientras transcurría el partido entre Cerro y Peñarol. Por los incidentes, cinco personas fueron procesadas.

En 2008, hinchas de Danubio y Nacional protagonizaron una batalla campal dentro del propio terreno de juego de Jardines del Hipódromo. Las imágenes de los tristes incidentes recorrieron el mundo.

Los hinchas de Peñarol se enfrentaron con la Policía en la tribuna Ámsterdam. El clásico estuvo parado durante 11 minutos.

Finalmente, se dio la orden de jugar y el mismo pudo llegar a su fin.

Fanáticos de Peñarol y la Policía se cruzaron en la tribuna Ámsterdam. El partido estuvo parado y luego se reanudó. Es recordado porque no llegó a finalizar ya que se suspendió cuando quedaban siete minutos.

La confrontación entre hinchas y Policías en la tribuna Colombes se robó toda la atención del choque entre Nacional y Newells Old Boys, en partido correspondiente a la Copa Libertadores de América.

VIOLENCIA EN EL FÚTBOLÁNGEL ASTEGGIANTE