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¡Una Locura!: Abreu llegó a Boston River

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Abreu

BOSTON RIVER

El "Loco" jugará con el mismo número con que debutó en Nacional hace 18 años: el 113; y aunque responda en broma sobre el tema, el sueño de compartir cancha con su hijo Diego, sigue vigente

Sebastián Abreu está de vuelta en el fútbol uruguayo. Regresa dos años después de haber jugado en Central Español y lo hace para vestir la camiseta de Boston River.

En su primera práctica con los dirigidos por Gastón Machado, el “Loco” se reencontró varios excompañeros de Nacional: Carlos Valdez, Diego Scotti y Pablo Álvarez. Y con los tres fue campeón. Con Diego Coelho no jugó, pero el delantero que hoy será su compañero en la ofensiva de Boston entró siendo un niño como mascotita con Abreu.

La opción de radicarse en el país para siempre y no volver a salir que hizo la familia Abreu hace ya unos años, fue clave para que el minuano optara por volver a jugar en Uruguay. “Voy a poder disfrutar de mis hijos más chicos, (los gemelos Facundo y Franco) en el día a día. Y que ellos puedan ver al padre dentro de las canchas, como hicieron los mayores. Todos eso inclinó la balanza. Va a ser un buen desafío y una linda experiencia”, contó Abreu.

CON DIEGO. A propósito de sus cuatro hijos, el mayor, Diego, juega en las divisiones formativas de Defensor Sporting. Es goleador como su padre, pero le pega de derecha. El juvenil le confió hace un tiempo atrás a Ovación que su padre esperaba poder jugar con él antes de retirarse. Conocida es la buena relación entre los violetas y Boston River y que suelen prestarle futbolistas, pero el “Loco” ni se plantea que su hijo pueda salir del equipo del Parque Rodó, donde él mismo inició su carrera.

“Esas son bromas internas, que hacemos en la familia. Diego tiene que seguir haciendo su camino y creciendo en Defensor”, afirmó Abreu al respecto. “Capaz que hacemos al revés, voy yo para ahí y hacemos un capicúa. Me retiro en el equipo donde arranqué y juego con mi hijo. Total, si trajeron a Pavone que tiene 37 años... que me lleven a mí con 42”, bromeó luego en su particular estilo.

LA CAMISETA. Aunque todo el mundo estaba seguro que Abreu iba a jugar con la camiseta número 13, no podrá ser. Ese número lo tiene Maximiliano Pérez y como la numeración ya ha sido fijada no se puede cambiar. Por eso el minuano jugará con el número 113. Una camiseta que le trae buenos recuerdos porque fue con la que debutó en Nacional en 2001. “Fue contra Paysandú Bella Vista, ganamos 2 a 0 y yo anoté los dos goles”, rememoró Abreu.

ROMERÍA. El técnico Gastón Machado sabe que en la semana previa a enfrentarse a un grande, como hará Boston River el domingo ante Peñarol, aumenta la presencia de los medios de comunicación en el entrenamiento. Pero lo que se vivió ayer en el complejo Rentistas lo superó.

“Fue una romería. Parecía que había una conferencia de prensa del presidente de la República”, dijo Machado. “Sabemos que es algo que viene de la mano de la llegada de Abreu pero también tiene una incidencia enorme sobre lo que podamos hacer bien o mal nosotros. Sobredimensiona el accionar nuestro”, agregó el DT.

El miércoles, el técnico y su nuevo delantero conversaron telefónicamente. Machado quería darle la bienvenida e interiorizarse de cómo está físicamente su nuevo jugador. “La marca Abreu arrastra una cantidad de cosas y bienvenido sea. Nos va a colocar en un nivel en el que no estábamos, ya sea a nivel nacional como internacional, porque la marca del ‘Loco’ también trasciende fronteras”, advirtió Machado.

Pero no es sólo el marketing lo que le interesa al entrenador. “En lo futbolístico él nos puede aportar mucho. Y eso está en primer lugar para nosotros. Tiene características que en un fútbol como el nuestro marcan una incidencia notoria. Está el potencial del juego aéreo, que no lo ha perdido, sino que al contrario, lo ha perfeccionado muchísimo. Y ese es un argumento fundamental que va de la mano de su incorporación. En el fútbol uruguayo el juego aéreo es muy importante por más que ahora haya ideas nuevas y yo vaya de la mano de esa idea de la pelota bien jugada. Pero es un arma fundamental como estrategia primaria o un recurso final para conseguir el resultado”.

ENTRENADOR. Abreu no sólo tiene el curso de entrenador hecho hace ya varios años sino que incluso ha estado dirigiendo en el Santa Tecla de El Salvador. Entrenarlo será una experiencia para Machado.

“Es un desafío nuevo para mí, pero no me tiembla el pulso, al contrario. Desde el momento en que se puso los cortos y empezó a entrenar es uno más dentro del plantel, siempre sabiendo de quien se trata. No lo tengo sólo a él, lo tengo a Scotti que es entrenador, a Miguel Amado que está haciendo el curso de técnico y a Robert Flores que lo está terminando. Son aliados dentro del campo de juego, fuente de consulta y un apoyo constante en ese nexo entre el futbolista y el entrenador”, manifestó Machado.

Abreu, por su parte, tiene muy clara cuál es su función y quiere aportar lo suyo para que Boston River pueda cumplir con sus dos grandes objetivos: salvarse del descenso y poder estar entre los primeros ocho de la Anual.

“Inicio esta nueva etapa con la misma ilusión de siempre. Tengo muy claros lo que el club se está jugando en este semestre. Pelear el descenso es muy complicado y hay muchos aspectos que obligan a tener la mente de la mejor manera posible”, dijo el nuevo delantero de los del barrio Bolívar, quien firmó contrato por un año con opción a seis meses más. “Con casi 43 años sigo jugando profesionalmente, pero soy consciente de la edad. Por eso pienso a corto plazo”, reconoció.

Machado también se refirió al asunto. “Es un jugador de 42 años con las limitaciones que tiene la edad. Ya tengo antecedentes en ese sentido porque está Scotti, también con 42 años. En Boston hay un grupo de veteranos que voy a tener que ver cómo armo el equipo. Je”, finalizó el DT.

“Soy el jugador de siempre, el mismo que jugó hace dos años en Central Español. Pivoteando, creando espacios y haciendo goles. Un estilo muy parecido al de Viatri”, afirmó el “Loco” refiriéndose al delantero de Peñarol, a quien definió como “el jugador más inteligente del fútbol uruguayo”.

“Ojalá que a fin de año terminemos todos con sonrisas porque pudimos quedarnos en Primera”, culminó Abreu.

profesional

Estará pronto en diez días

Abreu dijo que hubiera sido muy poco profesional de su parte, habiéndose incorporado recién ayer a Boston River, jugar el domingo frente a Peñarol. Es más, aseguró que estará pronto en 10 días, por lo que podrá jugar en la tercera fecha del Intermedio. El “Loco” estuvo comentando la Copa América en Miami, pero al mismo tiempo entrenaba con un equipo de la ciudad.

trayectoria

El club número 29 de su carrera y el cuarto en Uruguay

Boston River es el club número 29 en la carrera de Sebastián Abreu y el cuarto en Uruguay, donde jugó en Defensor Sporting, Nacional, Central Español y ahora lo hará en el club del barrio Bolívar.
El “Loco” defendió la camiseta de Nacional, el club de sus amores, en cinco etapas diferentes. Y fue campeón uruguayo con los tricolores en dos oportunidades: 2001 y 2005. En ambos años fue goleador.

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