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¿El último del "Loco"?

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Foto: archivo El País.
Darwin Borrelli

Sebastián Abreu llega con una estadística que mete miedo: ocho goles en ocho clásicos.

Sebastián Abreu lo ha manifestado una y otra vez: “Llevo estadísticas para que mis hijos sepan lo que hizo su padre. Guardar estadísticas es un gran argumento para dejar bien en claro quién es uno y qué ha conseguido”. Sin dudas que una de las que más le debe inflar el pecho, y a su familia, es su historial clásico. ¿Racha? Tal vez, para algunos. En este caso, los números lo defienden, como él mismo señala.

Es que el popular “Loco” ostenta cifras envidiables para cualquier futbolista. Ante Peñarol, y defendiendo a los tricolores, acumula ocho partidos con cuatros triunfos, dos empates (uno de ellos fue victoria en definición por penales), dos derrotas y… ¡ocho goles!

De cabeza, de penal, de rebote, mano a mano y de vaselina, se las ingenió para convertir ante el rival de todas las horas. El “13”, como en otros momentos de su carrera deportiva, aparece tocado por la varita mágica.

Su carisma, las dos vueltas olímpicas, sus 48 gritos, el reconocimiento de amor por el club cuando aún jugaba en Defensor, pero principalmente sus actuaciones ante Peñarol, lo depositaron en el corazón de los hinchas y en la historia grande de los tricolores.

Su debut clásico fue en el Apertura 2001, aunque tuvo sensaciones encontradas. El “Bolso” cayó por 2-1, pero el “Loco” se estrenó con festejo. En el Clausura de ese mismo año, marcó uno en la victoria 2-0 en una temporada que terminaría de la mejor manera para él: Campeón Uruguayo, figura y goleador, todo en su primera etapa en el club. En 2003, en su segundo ciclo, marcó en el clásico del Apertura (3-1). Un año después, volvió a la institución. Ganó el clásico del Apertura (2-1) y marcó el agónico gol del Clausura donde Nacional remontó un 0-2. En 2005, marcó en el amistoso de verano (1-1) y se despachó con un doblete (2-2) en el Uruguayo Especial que también terminaría ganando Nacional. En el Clausura 2013, jugó su último partido ante Peñarol cuando ingresó por el lesionado Iván Alonso en la derrota tricolor (0-3).

A sus 39 años, y con el contrato que vence en diciembre, tal vez Abreu pueda vivir este domingo, al menos, su último clásico desde adentro de la cancha. Los pergaminos para este tipo de cotejos lo encuentran con la espalda bien ancha. El “Loco” es un clásico Nacional.

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Foto: archivo El País.

NACIONAL ÁNGEL ASTEGGIANTE

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