FIN DE UNA ERA
La noticia sorprendió al mundo: la estrella argentina, máximo goleador histórico del azulgrana, no continuará. Un repaso a su carrera en imágenes.
Fue la noticia del día: Lionel Messi, capitán de Barcelona, ídolo, máximo goleador en la historia del club y quizás el mejor futbolista que vistió la camiseta azulgrana, no renovó contrato y por tanto no continuará en el club. Pretendía ser futbolista de un solo equipo, pero su carrera terminará con otra camiseta.
Debutó en la temporada 2004-05, con apenas 17 años, disputando 9 partidos y convirtiendo un solo gol. Barcelona ganó LaLiga.
La temporada siguiente fue la de la consolidación. Con Ronaldinho como uno de sus compañeros y socios, convirtió 8 goles y dio 5 asistencias en 25 partidos disputados. El equipo repitió el título de liga y además ganó la Champions League y la Supercopa de España. Pelo largo y camiseta partida en mitades iguales.
La tercera temporada de Messi fue con sequía de títulos, aunque para él fue muy buena. Jugó 36 partidos, convirtió 17 goles y dio 3 asistencias. Seguía la cara de niño y el pelo largo, ahora con vincha. La camiseta volvió a ser a franjas, pero gruesas. El 18 de abril de 2007 le convirtió el gol maradoniano a Getafe, luego de un slalom de 55 metros.
Pelo más corto y regreso a la camiseta dividida en mitades para una temporada en la que tampoco hubo títulos. Anotó 16 goles y puso otras tantas asistencias en 40 partidos.
Definitivamente en ese 2008-09 el mundo se rindió a los pies de Messi. El equipo ganó LaLiga, la Copa del Rey y la Champions. Él aportó 38 goles y 19 asistencias en 51 partidos para tal campaña y al final de la misma ganó su primer Balón de Oro, además de haber sido elegido por la FIFA como el Jugador Mundial.
El año en que aparecieron los vivos amarillos en la camiseta de Barcelona y el pantalón rojo, el club metió cuatro títulos: Liga, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Para él fue una gran temporada, porque anotó 47 goles y repartió 12 asistencias en 53 juegos y ganó su segundo Balón de Oro.
¿Te acordás la camiseta milrrayitas de Barcelona? Bueno, con esa Messi logró la tercera liga consecutiva, una nueva Champions, otra Supercopa de España, hizo 53 goles en 55 partidos y puso 25 asistencias. Y claro, con esos números Leonel ganó su tercer Balón de Oro.
Camiseta nueva, con un azul más oscuro y un toque rojo en vertical y esfumado. Para Messi fue otra temporada genial, demostrando que no tenía techo. Hizo 73 goles en 60 partidos para un promedio de 1.22 por juego, una bestialidad. Aportó otras 34 asistencias, logró Copa del Rey, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Y por supuesto, cuarto Balón de Oro consecutivo.
Un Messi ya con rostro maduro lideró una vez más a Barcelona con otra gran labor. Volvió a convertir más goles que partidos: 60 en 50 (1.2) y 17 asistencias. Sin embargo, en lo colectivo sirvió solo para ganar la Copa del Rey.
Regresaron los bastones y los vivos amarillos a la camiseta de Barcelona, pero no la magia del equipo. Solo la aportó Lio, con 41 goles y 16 asistencias en 46 presencias. Fue un año duro, porque falleció Tito Vilanova, quien había sido el técnico en la campaña anterior. Una Supercopa de España fue el único título.
Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones en una misma temporada, pero por sobre todas las cosas, será recordada como la del nacimiento de la MSN, una de las mejores delanteras de toda la historia del fútbol Mundial. A Messi se le unieron Luis Suárez y Neymar y era un placer verlos jugar juntos. Lio hizo 58 goles en 57 partidos y puso 31 asistencias. ¡Barbaridad! Ganó su quinto Balón de Oro.
Por segundo año el club utilizó la camiseta a franjas horizontales y Leo a esa altura ya era el capitán. Liga, Copa del Rey, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes fueron los títulos para el Barça ese año, que tenía a Messi y a Suárez como amigos y socios en una delantera letal. En esa temporada ambos se llevaron la pelota por haber anotado tres goles cada uno en un mismo partido. Y eso que el inicio fue difícil para Lio, que estuvo 51 días en recuperación (entre setiembre y noviembre) luego de haber sufrido la rotura del ligamento interno de la rodilla. Igual, puso 41 goles y 24 asistencias en 49 partidos.
La aparición de la barba marcó su liderazgo definitivo al frente del equipo, tanto en lo futbolístico como en el vestuario. Convirtió 54 goles en 52 partidos y repartió 20 asistencias. Un desgarro lo tuvo inactivo durante 23 días. Copa del Rey y Supercopa de España se añadieron a su palmarés.
La temporada no fue la mejor para Messi, quien con el Mundial en el horizonte dio la sensación de haber regulado fuerzas y el equipo lo sintió. Hizo 45 goles en 54 partidos y sirvió 20 tantos a compañeros. Le alcanzó para LaLiga y la Copa del Rey, pero sufrió la dolorosa eliminación ante Roma en Champions luego de haber ganado 4-1 en la ida.
Con 51 tantos y 22 asistencias en 50 partidos, Messi lideró a Barcelona hacia la obtención de una nueva liga y la Supercopa de España. Pero para él personalmente lo más importante fue haber recuperado el cetro mundial al ganar nuevamente el Balón de Oro.
Además de que la pandemia de COVID-19 complicó al fútbol en todo el mundo, esta temporada no fue la mejor para Lio ni Barcelona. Entró en conflicto con el club, puso 31 goles y 27 asistencias en 44 juegos, recibió críticas y el cierre fue terrible, porque luego de la pandemia Barcelona volvió líder y perdió el título a manos del Real Madrid.
Producto de todo lo que había ocurrido antes y furioso por la forma en que Barcelona decidió la salida de su amigo y socio Luis Suárez, Lio amenazó con marcharse. Incluso mandó el famoso Burofax al club solicitando hacer uso de su cláusula de salida, algo que no le fue posible por un tema de plazos. No jugó motivado y se notó: 38 goles y 14 asistencias en 47 encuentros. La Copa del Rey fue su último título como blaugrana.