Barcelona contra el Real Madrid, y también el Atlético.

Como viene ocurriendo en los últimos años -en lo que va de este siglo- todo indica que la Liga española 2017-2018 será nuevamente un duelo de dos, con un tercero esperando su oportunidad. Solo el rebelde Atlético Madrid parece animarse a recorrer la enorme distancia que han impuesto Real Madrid y Barcelona al resto de los equipos.

Desde su primera edición en 1928, la Liga ha sido campo de conquista para pocos clubes (apenas nueve lograron el título) pero en el siglo XXI los campeones resultaron siempre merengues y culés. Las excepciones a esta serie fueron Valencia en dos ocasiones (2002 y 2004) y Atlético de Madrid (2014).

La explicación es muy sencilla: los dos grandes españoles se han vuelto gigantes. Sus equipos de hoy figuran entre los más importantes de su historia. Es frecuente que batan récords de goles y puntos. En sus filas tienen a los dos mayores goleadores de la historia del torneo: Lionel Messi, con 349 y Cristiano Ronaldo, con 285. Y casi siempre están definiendo la Champions.

Según un informe de la firma Deloitte, ambos están entre los equipos con mayores beneficios en el mundo, solo superados este año por Manchester United. Barcelona tuvo en 2016 ganancias por 620,2 millones de euros y Real Madrid por 620,1 millones. Es decir, una mínima diferencia de 100.000.

Y aunque el United los supere hoy en términos económicos, tanto Real Madrid como Barcelona poseen ventajas deportivas sobre el equipo inglés: personalidades muy definidas y políticas claras para armar sus equipos. Los madrileños apelan a su poderío económico para concentrar a varios de los mejores futbolistas del mundo, que encuentran un ambiente ganador y perfectamente organizado. El Barça, en tanto, además de contar también con cracks de dimensión mundial, defiende un estilo de propio de juego y se siente símbolo de Cataluña. Esta última condición, enfrentada al centralismo madrileño, se apoya en siglos de historia española para potenciar la rivalidad del clásico.

Las peculiaridades (y el poder) de ambos vienen prácticamente desde el origen, pero en el pasado no representaron siempre una diferencia tan decisiva en la Liga. Por ejemplo, Athletic de Bilbao era un rival poderoso, pero su tradición de alinear solamente jugadores vascos lo condena a cumplir un papel de segundo orden en este fútbol globalizado. Atlético de Madrid, generalmente a la sombra de los dos gigantes, es ahora quien presenta pelea, gracias a su espíritu combativo y un inteligente plan de contrataciones, sin gastos desmedidos pero con buen ojo.

Aunque jueguen dos campeonatos distintos -Real, Barcelona y Atlético por un lado, los demás por otro- la Liga mantiene interés. Según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) es “el mejor campeonato del mundo”, una distinción que recibe indefectiblemente desde 2010. El promedio de asistencia resulta sin embargo bastante menor que en la Premier inglesa o la Bundesliga alemana (unos 27.000 por partido), aunque nuevamente Barcelona y Real Madrid se despegan de la media, con 77.527 y 68.562 espectadores en cada encuentro de la temporada 2016-2017. Del otro lado de la tabla, el modesto Eibar recibió apenas 5.314 personas por partido.

LUIS PRATS

ESPAÑALUIS PRATS