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Corazón negriazul: Liverpool debutó con triunfo en la Libertadores

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Agustín Dávila y su festejo. FOTO: EFE.
FEDERICO ANFITTI

COPA LIBERTADORES

A los de la Cuchilla les costó ponerse el traje copero y sufrieron en el primer tiempo, pero se reencontraron con su identidad en el complemento y terminaron con una gran sonrisa.

Liverpool, el único líder del Torneo Clausura, debutó en la Copa Libertadores frente a Universidad Católica de Ecuador en el Parque Alfredo Víctor Viera con una sufrida victoria 2-1 gracias a los goles de Agustín Dávila y Martín Correa en tiempo de adición. 

La montaña de jugadores que le cayó encima a Martín Correa cuando el partido ya agonizaba, demostró lo que el triunfo significaba para Liverpool. Es que al negriazul le costó ponerse el traje de copero. Comenzó muy nervioso el partido frente al equipo ecuatoriano que salió dispuesto a ser protagonista con tres hombres en ataque y las subidas de sus laterales.

El equipo de Marcelo Méndez no parecía el mismo que lidera el Clausura. Hernán Figueredo, el líder futbolístico de los de la Cuchilla no podía manejar la pelota que no le llegaba al goleador Juan Ignacio Ramírez.

A los ecuatorianos, mientras tanto, no se les notaba la falta de ritmo con la que supuestamente llegaba sin haber podido competir aún en su país. Y casi a la media hora pasó lo peor: el tan temido gol de visitante. La defensa negriazul se quedó, Alzugaray remató al arco, y el argentino Juan Manuel Tévez, que ya había tenido una chance anterior, la mandó a guardar de rebote.

Recién cerca del final del primer período Liverpool pareció tranquilizarse. No dejó tantos espacios como al principio y tuvo algunas chances. Las más claras fueron de lejos. Agustín Dávila probó de afuera a los 37’ . Y recién a los 41’ el “Colo” Ramírez se dio vuelta y remató por primera vez al arco, aunque la pelota se fue muy alta. Y dos minutos más tarde el arquero Galíndez mandó al córner la pelota que remató Agustín Ocampo.

Liverpool fue otro en el complemento: apareció el fútbol, la intensidad y, sobre todo, la entrega y el corazón. Además, de los cambios de su entrenador. Y tuvo posibilidades de empatar. La más clara fue increíblemente del goleador. Camilo Cándido se mandó flor de jugada individual y le dejó la pelota servida a Ramírez, pero su tiro se fue alto.

Católica también tuvo chances de ampliar, sobre todo cuando la pelota pasaba por los pies de Walter Chalá. Suyo fue el pase para Carabalí que sacó un potente remate al arco pero Lentinelly en gran reacción impidió el gol.

Liverpool merecía el empate y lo consiguió con un golazo de tiro libre del riverense Agustín Dávila. Ese tanto fue clave y pudo seguir de largo. Pero Galindez se mandó gran atajada frente al “Colo”. Hasta que llegó el gol de “Cachimba”. Lástima el gol de visitante, pero ahora Liverpool viaja a Quito con otra cara. Aunque antes debe jugar frente a Peñarol.

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