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Leandro Fernández está rompiendo los relojes: quiere jugar el clásico

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Leandro Fernández está entrenando para poder jugar el clásico

NACIONAL

El delantero argentino, en proceso de rehabilitación del microdesgarro, evoluciona muy bien y se tiene mucha fe para llegar al partido del domingo.

Leandro Fernández puede llegar a ser la gran noticia del próximo domingo para Nacional. Es que el delantero argentino, que no deja de decirle a sus compañeros, a los integrantes del cuerpo técnico y a quien lo quiera escuchar, que no siente dolor, podría ser tener su participación en el cotejo clásico si el proceso de rehabilitación de su microrotura fibrilar sigue avanzando de forma tan positiva como se viene cumpliendo hasta ahora en la Ciudad Deportiva de Los Céspedes.

Si bien se trata de una determinación que tendrá que tomar el futbolista con el cuerpo médico del club y el propio entrenador Alejandro Cappuccio, lo cierto es que Fernández le está poniendo muchas ganas a las tareas que desarrolla y que han demostrado hasta ahora que no acusa molestias posteriores.

El delantero, que sufrió la lesión muscular el sábado 19 de junio, en el partido que disputó Nacional ante Boston River en Las Piedras, comenzó a ser atendido de forma inmediata. Cuatro días después el Tricolor oficializó su microdesgarro.

Está muy claro que el proceso biológico de la recuperación no puede alterarse, pero lo positivo y entusiasmante para Nacional es que en el regreso a la competencia activa mucho influye la actitud y el físico de la persona. En este caso, Fernández colabora de forma superlativa para que ese pequeño y milimétrico desgarro tenga una recuperación de libros: cuando es de grado 1 (leve) puede demandar unos 8 a 10 días.

En eso se está. Y con tareas pequeñas. O lo que puede denominarse en “mini etapas”. Fernández está trabajando con tareas que son graduadas y con movimientos previstos no los sorpresivos que se pueden llegar a originar en una contienda de fútbol.

Igualmente, el delantero está trabajando con pelota, ejecutando pases, realizando movimientos de conducción y ejercicios de técnica individual. Esto implica que recién superada esta instancia se pasará a la siguiente fase.

La que podría darse incluso en los próximos dos días, porque como todo va ejecutándose sin contratiempos y con la seguridad de que avanza “bárbaro”, Fernández podría tener que iniciar el ciclo de ejercicios de técnica colectiva. Esto no es otra cosa que tratar de emular la impronta de un partido de alta exigencia.

Para comprobar que todo continúa cumpliéndose de la forma positiva en la que trabaja Fernández por estos días, no hay más remedio que ir midiendo todo diariamente.

Es el propio delantero el que tendrá que ir comunicando o demostrando que el incremento de las tareas no le provocan ni dolor ni molestias. Las sensaciones que entregue el atacante post tareas es lo que abrirá las puertas para nuevos ejercicios.

Desde lo anímico, Fernández no se cansa de dejar en claro que quiere jugar. Dirigentes tricolores admitieron a Ovación que el jugador demostró estar desesperado por estar dentro de la cancha el domingo, lo que habla muy bien de su compromiso con la institución y con sus compañeros.

Si Fernández logra sortear el escollo que se le presentó en la previa del encuentro clásico, le entregará una gran noticia al técnico y también le dará impulso a las ilusiones de los hinchas. Los que desde hace rato que se imaginaban poder jugar el partido ante Peñarol con la dupla atacante que forman los dos argentinos.

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