El mirasol goleó 4-1 a River Plate en la inauguración del Estadio Campeón del Siglo con goles de Diego Forlán, Miguel Murillo, Luis Aguiar y Cristian Palacios. Fernández descontó para el "Millo".

Fue como si la historia se hubiera dado cuenta del tenor de la instancia, y hasta se hubiese puesto la camiseta del “compromiso” al que hizo alusión Juan Pedro Damiani en su pletórico discurso inaugural en el que se tomó la licencia de decir -irónico y dichoso- “yo vine esta noche acá creyendo que iba a encontrar mucho humo”, para ponerse a tono y, en ese intento, se volvió cómplice.

Es que el primer gol en un partido -porque Morena hizo el simbólico- disputado en el “Campeón del Siglo” no lo metió cualquier jugador, sino un Forlán: Diego, que jugó enchufado y tenía a Pablo, el padre glorioso, que estaba en la tribuna con el pequeño hijo de “Cachavacha” y la señora.
El segundo gol, también: lo embocó Murillo, ese moreno colombiano que también desde el principio pareció estar motivado con aquello del “compromiso”, y fue un punta activo, que la buscó y la quiso más que de costumbtre, al extremo de que hubo jugadas en las que -aún sin una gran claridad- asumió un papel protagónico.

Más aún, el tercer gol de Peñarol lo hizo el “Canario” Aguiar, que a despecho de que el partido era amistoso, casi de protocolo, antes -cuándo no- se había calentado y protestado en forma airada cuando le anularon otro.

Es decir, la fiesta fue perfecta, no sólo porque ganó Peñarol, desde que en el fondo lo que jugó con River Plate fue un partido de fútbol; y aunque el resultado no era lo esencial, tampoco hubiese sido ideal que el telón de la noche mágica cayera con una derrota.

Si acaso, tal vez esa fue la diferencia entre Peñarol y River Plate; lógica: el equipo argentino, salvo cuando el trámite se picó fugazmente en algunas ocasiones, jugó e hizo correr la pelota con intensidad de práctica, con excepción de lo que ocurrió en el segundo tiempo, donde el invitado forzó un trámite más de ida y vuelta por el ímpetu que pusieron los jugadores que ingresaron tras el descanso, sobre todo Alonso, que buscó “su” gol en forma decidida y notoria; el que estrenaba la casa propia, en cambio, jugó con más revoluciones que las que se ponen en un simple amistoso.

La historia, tal vez, se dio cuenta de eso, y tomó nota; por ejemplo, de la decisión -más que la fuerza- con la que los aurinegros “barrieron” algunas pelotas, y hasta de esa “talada” que el “Vasquito” le hizo a Alonso, que en otro tipo de partido pudo valerle una amarilla y hasta la roja, después que Olivera le sacara un gol de la raya al ex goleador “bolso”.

Ahí, pues, nació el guiño cómplice, para que a Peñarol todo le saliera perfecto: o casi, porque entre los goles de un Forlán, Murillo y el “Canario” calentón por el “manya” que le desborda los poros, se coló el de River Plate, con un centro y un cabezazo en el área chica, para no perder la costumbre.

La historia, pues, escuchó a Juan Pedro hablar de “compromiso” y dejó que el estrenar del “Campeón del Siglo” a Peñarol le saliera “redondo”.

Estadio: Campeón del Siglo.

Árbitros: A. Cunha, N. Tarán, M. Espinosa.

Peñarol: G. Guruceaga (45' D. Frascarelli); M. Aguirregaray, C. Valdez (45' Diogo), G. Rodríguez (24' E. Mac Eachen (60' F. Buschiazzo)), M. Olivera; N. Nández, T. Costa (45' M. Novick), L. Aguiar (60' F. Valverde). M. Rodríguez (45' H. Novick); M. Murillo (M. Affonso) y D. Forlán (45' C. Palacios). DT: J. Da Silva.

Suplentes: Rodales, G. Rodríguez, Petryk, Viega y Rossi. 

River Plate: M. Barovero (10' J. Chiarini); C. Mayada, L. Ponzio, E. Álvarez Balanta (85' L. Vega), M. Casco; D. Domingo, J. Arzura (45' L. González), I. Fernández (45' N. Bertolo); A. D'Alessandro (45' T. Viudez); R. Mora (45' S. Driussi) y L. Alario (45' I. Alonso). DT: M. Gallardo.

Suplentes: Palacios, Martínez.

Gol: 19' Diego Forlán (PEÑ), 40' Miguel Murillo (PEÑ), 44' Ignacio Fernández (CARP), 49' Luis Aguiar (PEÑ), 72' C. Palacios (PEÑ)

Amarillas: 19' Diego Forlán (PEÑ).

PEÑAROL INAUGURÓ SU CASAJORGE SAVIA