DESDE EL ARCO
JOSÉ MASTANDREA
No conozco a un solo futbolista que le guste salir de la cancha. Ni uno. Claro, no todos reaccionan como reaccionó Lucas Viatri en el Franzini, diciéndole de todo a Diego López y mostrando su ira en el banco de relevos. Lo entiendo, pero no lo justifico. Minutos después habló con el DT y el insuceso quedó atrás. Viatri es temperamental, pero hasta el domingo se había comportado como un caballero. Es cierto: no fue su día. Erró varios goles y eso pudo haber pesado cuando vio que le tocaba dejar la cancha. Sin embargo, esa variante (la de Gastón Rodríguez por el argentino) terminó siendo decisiva para que Peñarol se llevara los tres puntos del Parque Rodó. El cabezazo de Gastón liquidó el pleito en los descuentos.
Lo bueno, dentro de lo malo de su reacción, es que Diego López le bajó el perfil al hecho y no reveló lo que había hablado con el delantero en el banco de suplentes. Son cosas del fútbol, códigos que no se rompen y la reacción de Viatri la tuvieron y la tendrán cientos de jugadores en todo el mundo. A nadie le gusta salir y menos cuando las cosas no funcionan. Son calenturas del momento, como la que tuvo Suárez con Tabárez en la Copa Centenario cuando quería jugar y no lo puso ni un minuto.