Peñarol laudó a su favor el duro pleito que planteó Cerro.

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Forlán no hizo ningún gol y Cerro le hizo partido, pero Peñarol ganó bien, y pudo hacerlo por más diferencia.

¿Cómo es esto? Se explica en dos palabras: contundencia y efectividad, ofensiva y defensiva, de un equipo que no tuvo grandes figuras, tampoco deslumbró colectivamente, ni mostró dinámica de fútbol moderno, pero “aguantó” y “le dobló la muñeca” a un rival que le planteó una dura pulseada y, con la fuerza de Boghossian y Silveira, lo puso en apremios.
A Peñarol, pues, le costó zafar de Cerro que, presionando con sus dos grandotes arriba, y plantado con dos líneas de cuatro ordenadas, lo llevó a jugar largo en el intento de buscar a Forlán y Zalayeta para que éstos generaran el juego ofensivo necesario para llegar de tres cuartos de cancha hacia el arco albiceleste, algo que hizo que los ataques aurinegros carecieran de sorpresa.

Además, mientras el partido se mantuvo 0 a 0, en dos sectores de la cancha hubo diferencia numérica a favor de Cerro: los cuatro del fondo controlaban a Ifrán, aun cuando se le sumaban Forlán y Zalayeta, y los cuatro del medio hacían otro tanto con los intentos de armado ofensivo de Nandez, Aguiar y Valverde.

Todo eso hizo, incluso, que Forlán empezara a jugar “a la uruguaya”: bajó a forcejar por la pelota para tratar de llevarla al frente. Hasta que, poco rato después que Aguiar estrellara un remate en el horizontal tras recibir un rechazo de la zaga albiceleste, surgió el taponazo descomunal y lejano de Diogo Silvestre, que no abrió el resultado, sino sólo un poco más a Cerro en el complemento; entonces, ya con mayores espacios, Peñarol hizo gravitar la jerarquía técnica de algunas de sus individualidades y fabricó la excelente jugada con la que Zalayeta y Aguiar gestaron y concretaron el segundo gol aurinegro.

Ni así aflojó Cerro que, con cambios ofensivos y el manejo de Gonzalo Ramos, volvió a apurar al fondo rival y a Guruceaga como al comienzo; pero, claro, eso tuvo su precio: ya con Píriz como 5 y Nandez de 8 -acaso la integración ideal del mediocampo aurinegro- Peñarol llegó más y con mayor profundidad que antes, metió el tercer gol, pudo hacer alguno más y, ahora sí, laudó el pleito. Con su sello: por lo visto ayer, el de un equipo serio y práctico, ofensiva y defensivamente. Al fin de cuentas, el fútbol -el de antes y el moderno- es eso, y explica por qué Forlán no hizo ningún gol y Cerro le hizo partido, pero Peñarol ganó 3 a 0.

Estadio: Centenario.

Árbtiro: Andrés Cunha, Mauricio Espinosa y Javier Castro.

Peñarol: G. Guruceaga, M. Aguirregaray (70' R. Viega), C. Valdez, G. Viera, Diogo, F. Valverde (56' S. Píriz), N. Nandez, L. Aguiar, D. Forlán, M. Zalayeta y D. Ifrán (78' H. Novick). DT: P. Bengoechea

Cerro: J. Fuentes, B. Silva, E. Martínez, N. Correa, B. Piñatares (72' A. Barboza); S. Saúl (52' G. Ramos), R. De Oliveira, R. Pellejero, L. Hernández; H. Silveira (83' M. Alonso), M , J. Boghossian. DT: E. Acevedo

Gol: 42' Diogo (P), 52' Aguiar (P), 88' Nandez (P)

Amarillas: Correa (P), Nandez (P)

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