Martín Lasarte refrescó la zona ofensiva y el equipo tuvo buenos minutos.

La baja de Kevin Ramírez debido a un esguince de tobillo obligó a Martín Lasarte a mover las piezas y el entrenador buscó combinar la velocidad con el buen manejo de la pelota. Y lo consiguió.

El equipo respondió, sobre todo en la primera mitad del partido frente a River Plate, en la que los tricolores dominaron durante 40 a un rival que salvo en una oportunidad (una llegada clara de Mathías Saavedra contra Esteban Conde) no inquietó el área de Nacional.

De mitad de cancha hacia adelante, partiendo desde el doble cinco que conformaron Álvaro González y Santiago Romero, el equipo generó juego y sobre todo chances como para convertir.

Martín Ligüera y Tabaré Viudez, cuando se juntaron y combinaron, fueron los responsables de ese dominio futbolístico tricolor.

Si bien el primer gol llegó de pelota quieta tras un centro de Ligüera y un cabezazo de Diego Polenta a los 15, Nacional mejoró y mucho en materia ofensiva con respecto a lo que había mostrado en los últimos partidos de Copa. A la creación de Ligüera y Viudez se sumaron en ese primer tiempo Sebastián Fernández y Rodrigo Aguirre, quien en el final terminó siendo determinante en el triunfo con su gol en los descuentos. "Quisimos refrescar, cambiar un poco y buscar otras alternativas en el juego ofensivo. Tratamos de jugar más al pie y buscar más por bajo que por alto", explicó Lasarte haciendo referencia a los cambios que hizo para el debut en el Torneo Intermedio.

Y si bien Nacional no jugó de igual manera durante los 90 y sufrió en el cierre del primer tiempo y en el inicio del segundo, el entrenador puede estar tranquilo. De hecho se fue conforme del Gran Parque Central, porque otra vez metió mano en el equipo y las variantes respondieron para cambiarle la cara a la ofensiva.

ENRIQUE ARRILLAGA

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