La selección albiceleste afrontará esta noche su debut ante Chile por la Copa Centenario sin el crack de Barcelona.

Leo Messi es único e insustituible. Pero hay que jugar igual. Sin él, convendrá inyectarle espesura al modelo para demostrar que la carta de lArgentina no se reduce al futbolista más fabuloso del planeta.

Como en el debut de la Copa América 2016 la selección no dispondrá de su mejor recurso, será una oportunidad para tasar jerarquías alternativas. Para analizar la robustez del engranaje.

Para valorar el compromiso grupal ante la ausencia del líder futbolístico. Para intentar desmentir una fuerte presunción: sin él se vuelve un equipo ordinario.

Bajo el mando de Martino, sin Messi Argentina ha sido capaz de llevar esa mochila con bastante convicción. Prácticamente no se resintieron los resultados: la selección jugó diez partidos sin el rosarino desde el comienzo (luego, ingresó en dos ocasiones) y apenas perdió uno -ganó siete y empató otros dos-, ante Ecuador, en el inicio de las eliminatorias, en la peor actuación del ciclo.

Esa noche en el Monumental no funcionó nada. En general, el equipo demostró que puede reacomodarse a su ausencia. Aún con otros nombres, el ataque se las ingenió a partir de su variedad y riqueza individual.

Pero también vale observar que en dos de esos encuentros le marcó 12 tantos a Bolivia, le marcó otros siete a Hong Kong y dos más a El Salvador. Partidos decorativos.

Pero también derrotó 4-2 a Alemania en el primer encuentro de la etapa y, especialmente, 1 a 0 a Colombia, en Barranquilla, cuando a la figura del entrenador la acechaba un tembladeral.

Los beneficios de contar con Messi son inocultables, tanto como una obviedad. Este año se reinsertó en el equipo y fue la figura de la selección en las sucesivas victorias con Chile, Bolivia y Honduras.

Sin el crack, el funcionamiento tendrá la respuesta. Como la propuesta todavía no encuentra estabilidad, contar con Messi es un refugio de tranquilidad. Pero si la credibilidad no se agota en el crack, el proyecto ganará en profundidad.

COPA AMÉRICA