Lasarte corrigió sobre la marcha. Aprendió de los errores, y logró revertir una situación complicada en un presente sensacional. Nacional perdió en el debut frente a Danubio y en la tercera fecha, cayó ante Liverpool.

JOSÉ MASTANDREA

Fueron dos cachetazos tremendos, duros, que otra vez ponían en tela de juicio el fútbol del tricolor. Pero el entrenador le hincó el diente a los problemas. De aquel equipo que salió a buscar decididamente los partidos, pasó a otro más práctico, mucho más pragmático. Es que tanto Danubio como Liverpool terminaron ganando de contra, cuando el tricolor estaba volcado decididamente al ataque. Hoy, Nacional es mucho más fuerte en el fondo, más firme en el mediocampo y letal en la ofensiva. De aquellos seis goles en tres partidos, bajó a sólo dos goles en seis presentaciones. El mensaje del DT fue claro. Y se entendió. "No podemos perder más".

DESDE EL ARCO