CHAMPIONS LEAGUE

El entrenador alemán habló un día antes del partido de semifinales, cuando las bajas de Salah y Firmino parecían complicar las chances de remontarle al Barcelona.

Un día antes de la hazaña del Liverpool, que goleó al Barcelona 4 a 0 y se metió en la final de la UEFA Champions League, el entrenador Jürgen Klopp había adelantado que "todo es posible, especialmente en Anfield".

El lunes 6 de mayo, con una 3 a 0 abajo y las bajas confirmadas de Firmino y Mohamed Salah, el alemán se hizo presente en la conferencia de prensa previa y se mostró optimista pese a que la remontada se veía difícil, si no imposible: "Hemos tenido resultados decentes esta temporada, en los que hemos marcado más de tres goles, y jugar en casa nos ayuda".

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En ese momento, 24 horas antes del partido, Kloppafirmó que "todavía existe la creencia de que podemos hacerlo, pero sabemos que será difícil. Aunque todo es posible, especialmente en Anfield".

Sobre las ausencias del egipcio y el brasileño, el entrenador aseguró que el partido de vuelta era un oportunidad para otros jugadores "que pueden convertirse en héroes".

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Como si fuera una predicción, el alemán aseguró que "si remontamos, el nombre de los que marquen será recordado para siempre". Y quizás así sea para los autores de los goles Divock Origi y Georginio Wijnaldum, e incluso para Alexander Arnold, el futbolista que "madrugó" a los defensores del Barcelona con su córner en el cuarto gol y hasta provocó el enojo de Luis Suárez.

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"Ha sido una temporada larga y hay una pequeña posibilidad de hacerla más larga. Nos quedan dos partidos en casa, en una temporada increíble, y deberíamos celebrarlo con una buena actuación en el campo y un buen ambiente en las gradas", manifestó Klopp ese día.