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Juventus x 7: En una década pasó de la “B” al monopolio

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Juventus va por lograr su séptimo título consecutivo en el fútbol de Italia. Foto: AFP
MARCO BERTORELLO

ITALIA

La “Vieja Señora” no deja de ganar títulos en Italia desde 2012.

Juventus va por lograr su séptimo título consecutivo en el fútbol de Italia. Foto: AFP
Juventus va por lograr su séptimo título consecutivo en el fútbol de Italia. Foto: AFP

El scudetto es el pequeño escudo con los colores de la bandera de Italia que el campeón de ese país tiene derecho a llevar en su camiseta la temporada siguiente. Durante los últimos siete años, Juventus ha cambiado varias veces el diseño de su casaca, pero el scudetto sigue pegado al pecho.

Es el resultado de una gestión deportiva y comercial muy exitosa, además de recoger la tradición de un club ganador prácticamente desde sus orígenes, como si fuera poco vinculado a la casa Fiat, un emblema industrial del país. Pero en ese argumento hay un capítulo curioso: hace doce años, Juventus estaba en la Serie B, tras ser descendida como castigo por su participación en el escándalo conocido como Calciopoli. De manera que supo recuperarse después de ese pasaje por los infiernos hasta alcanzar nuevamente el cielo del calcio.

En Italia la Juve es dominadora absoluta de las competencias, ayudada también por el eclipse de los dos grandes de Milán, Inter y Milan, cuyos propietarios chinos no aciertan a devolverle su antiguo esplendor. En Europa, en tanto, la Juve ha vuelto a codearse con los colosos españoles, ingleses y alemanes, aunque todavía le falta subir al escalón más alto, allí donde está el trofeo de la Champions League.

Rica cuna. La Juventus fue fundada en 1897 por estudiantes de escuela superior Massimo d’Azeglio, donde concurrían los hijos de la clase acomodada de Turín, que eligieron un curioso uniforme deportivo: camisa rosada con corbata negra. Al tiempo, esas camisas estaban tan gastadas que un hincha británico mandó a pedir un juego nuevo a Inglaterra. Resultaron ser las camisetas del Notts County, blancas y negras a rayas, que la Juve adoptó para siempre.

El origen fue una buena cuna. De allí el apodo de Vecchia Signora (Vieja Señora). En Italia, el término Viejo Señor identificaba a los ricos empresarios, mientras que los clubes (“sociedades”) son presentadas en femenino. De ahí que sea “la Juve”.

Pero no todo fue siempre próspero. En 1905, uno de sus impulsores, el empresario textil suizo Alfred Dick, se marchó tras un problema interno y colaboró en la fundación del Torino, futuro gran rival de la Juve. Eso originó problemas económicos que se solucionaron cuando la familia Agnelli, ya propietaria de Fiat, se hizo cargo del club en la década de 1920.

Hoy, Juventus forma parte del grupo Exor, con una capitalización de más de 17.000 millones de dólares. Las inversiones del grupo abarcan Fiat Chrysler, la casa automovilística Ferrari, el consorcio industrial CNH y la mitad de la sociedad periodística The Economist. En 2001, Exor colocó en bolsa cerca del 32% de las acciones de Juventus, recaudando entonces unos 127 millones de dólares.

El presidente actual, Andrea Agnelli, es uno de los herederos de ese imperio industrial. Pese a su vínculo aristocrático, el equipo se caracterizó siempre por su apego al trabajo y la humildad. Y de la misma forma, una mayor preocupación por la defensa que por un ataque explosivo.

El equipo contó con figuras notables como el argentino Sivori o los franceses Platini y Zidane, pero nunca perdió la cabeza por contratar a alguna estrella. Eso sí, casi todos los mejores jugadores italianos de su tiempo se pusieron su camiseta: Boniperti, Zoff, Scirea, Paolo Rossi, Bettega, Baggio, Del Piero, Cannavaro, hasta llegar a Buffon, el símbolo actual, que se alejará la próxima temporada.

De esa forma, Juventus llegó a convertirse, por lejos, en el club con más títulos en Italia. En el nivel internacional resulta diferente, pues tiene solo dos Champions, aunque llegó a la final siete veces, incluyendo la edición 2016-2017.

El peor momento de su historia ocurrió en 2006, cuando los italianos todavía festejaban el título mundial obtenido en Alemania. La Justicia investigaba entonces denuncias sobre manejos turbios en los arbitrajes. Las escuchas telefónicas permitieron comprobar que dos dirigentes de la Juve, Luciano Moggi y Antonio Giraudo, maniobraban ante la Federación Italiana para obtener arbitrajes favorables. Dirigentes de otros clubes también participaban en esa red, pero el castigo más severo fue para Juventus, enviada a la Serie B y despojada de los campeonatos conseguidos en 2005 y 2006.

El ostracismo en la segunda división duró solo un año. Después le costó unas pocas temporadas más retomar el ritmo de primera. En 2012 reconquistó el scudetto, en carácter de invicto. Y desde entonces ha sido siempre campeón.

Estrategia. Para ello, los aciertos se sucedieron dentro y fuera de la cancha. En 2011 inauguró su propio estadio, construido sobre los restos del Delle Alpi turinés. En Italia, los estadios pertenecen generalmente a los municipios y ya tienen unos cuantos años arriba. Juventus supo sacarle jugo comercial a esa moderna propiedad.

La estrategia para contratar futbolistas también ha sido exitosa. Al contrario de la mayoría de los grandes clubes, procura no realizar compras multimillonarias. Sus dirigentes permanecen atentos a los cracks que están a punto de terminar sus contratos, para negociar directamente con ellos y no pagar sus transferencias. Eso le permitió incorporar con relativamente escaso gasto a figuras como el francés Pogba, los argentinos Tévez, Higuaín y Dybala, el chileno Vidal, el brasileño Dani Alves o el alemán Khedira. Y si viene luego una buena oferta por alguno, lo cede y embolsa una gran diferencia, como ocurrió con Pogba, que pasó al Manchester United por 120 millones de euros.

La fórmula le permite mantener un virtual monopolio sobre la competencia interna, donde apenas Napoli se convirtió en una amenaza durante el último campeonato.

Esa diferencia podría hacerse más grande todavía en el futuro, ya que Juventus es uno de los equipos que más recauda en la multimillonaria Champions League. En la edición pasada, pese a perder la final con Real Madrid, lo superó ampliamente en los ingresos totales: 110 millones de euros contra 81 millones. La diferencia surge del llamado market pool, el porcentaje que se reparte por los contratos televisivos de cada país.

La expectativa es seguir creciendo económicamente para intentar la reconquista de la esquiva Champions.

Una curiosidad sobre la economía de la Juve: el año pasado, el defensa Giorgio Chiellini (aquel del incidente de la mordida de Luis Suárez) se doctoró en Administración y Gestión de Empresas con un trabajo sobre el modelo económico del club.

Uruguayos. No fueron muchos los uruguayos que vistieron la camiseta albinegra. El primero fue un futbolista prácticamente desconocido aquí, Raúl Banfi, que llegó en 1941 después de haber surgido en Racing. Después, un largo vacío, hasta que a fines del siglo XX y principios del XXI la lista se agrandó con Paolo Montero, Daniel Fonseca, Marcelo Zalayeta, Fabián O’Neill, Ruben Olivera, Fabián Carini, Jorge Martínez y Martín Cáceres. En el presente, Rodrigo Bentancur representa una promesa tan bianconera como celeste.

Rodrigo Bentancur se sigue destacando en Italia
Foto: Prensa Juventus.

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