AURINEGROS
Zelmar Tea y Nelson Godoy lo tuvieron al jugador de 24 años en las inferiores del fútbol de Durazno, tanto en Wanderers como en la selección.
Cuando Juan Manuel Ramos tenía 18 años se fue a un campamento en Países Bajos luego de tres años en las juveniles de Wanderers. La rompió y ahí lo fichó el Catania de Italia. Antes, su carrera transcurrió en Durazno, su ciudad natal. Hoy ya suma un día de trabajo en Los Aromos y su objetivo es claro: dar lo mejor en Peñarol.
Hizo baby fútbol en Champagnat y Gallos Blancos para luego pasar a las inferiores de Wanderers de Durazno. En sus comienzos jugaba como volante por izquierda: mucho contacto con la pelota y llegada al área rival.
Zelmar Tea fue entrenador de Juan Manuel en la selección Sub 15 duraznense y en diálogo con Ovación recordó que “era de esos jugadores que en cada entrenamiento o ejercicio era tan aplicado a punto tal que se los remarcaba a sus compañeros cómo hacer cada movimiento. Es un jugador muy aplicado e inteligente porque no solo entendía lo que uno explicaba sino que también lo aplicaba muy bien”.
Acerca del juego de Ramos, el técnico de 58 años contó que “él era volante por la izquierda, muy inteligente para jugar, siempre generando jugadas de ataque, triangulaciones y tenía mucho desborde. No tenía la velocidad como aspecto principal pero sí manejaba muy bien los tiempos porque también iba muy bien al segundo palo cuando la jugada se gestaba por la derecha. Eso era algo que yo le pedía con diagonales y cumplía”.
Tea confesó que Juan Manuel lo llamó en varias oportunidades para agradecerle los consejos y en la charla con Ovación expresó que “a mí no me tiene que agradecer nada. Es un gurí muy humilde al que yo le di herramientas y las supo aplicar para llegar hasta donde llegó y eso para mí ya es un orgullo enorme”.
Nelson Godoy fue otro de los entrenadores que tuvo Juan Manuel Ramos en Durazno, pero el primero en cancha grande, ya jugando en Wanderers. “Cuando lo tuve él estaba de volante por izquierda, pero yo le veía condiciones para otro puesto: el de lateral. Y él aceptaba esos retos. Yo lo hacía jugar ahí porque tenía tenencia de pelota y buena marca además de lo que podía ofrecernos en ofensiva”.
Lo humano también es importante en los jugadores y acerca de esto, el “Bayano”, campeón del interior con la Roja del Yi, expresó que “es un gran botija y muy honesto. Le gustaba trabajar y cumplir sus metas. Las logró. Siempre tuvo el apoyo de su familia que es algo fundamental para el jugador. Todo lo que alcanzó hasta ahora es gracias al esfuerzo y la humildad que tiene para hacer sus cosas”.
Zelmar Tea, hincha de Nacional, le confesó a Ovación que “me hubiese gustado que jugara con esos colores, pero estoy feliz con el paso que dio porque jugar en un equipo grande es importante para cualquier futbolista y que él hoy esté en Peñarol me pone muy contento. Creo que el club acertó en su contratación porque es de similares características a Piquerez. Le embocaron porque es muy buen marcador y también se desdobla mucho al ataque”.