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Jorge Cazulo y su alma incaica: una década y dos hijos en Perú

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Jorge Cazulo durante un entrenamiento con los colores de Sporting Cristal.

HISTORIAS

En Uruguay defendió nueve camisetas, entre ellas las de los dos grandes, pero fue en Sporting Cristal donde se convirtió en ídolo y encontró su lugar en el mundo.

Jorge Cazulo jugó en los dos grandes antes de irse a a Perú. En agosto festejó los diez años en tierra incaica, donde nacieron sus dos hijos: Isabella de ocho años y Santino, que acaba de cumplir los tres. “Acá estoy disfrutándolos, soy un padre baboso”.

En el estado de su Whatsapp hay una sola palabra: “Enamorado”. “Sí enamorado de mis hijos y de Lorena, la mamá de mis hijos. Eso es lo más importante que uno pueda decir en un estado, por eso lo puse”, contó Cazulo. Jorge y Lorena están juntos desde los 15 años, vivían a media cuadra en el barrio Tassano de Maldonado. “Hasta ahora me aguanta, así que vamos bien”, bromeó el futbolista.

Cazulo llegó a Trujillos para defender a César Vallejo y actualmente ya va por su novena temporada en Sporting de Cristal, club con el que ganó cuatro títulos. “Creo que el secreto de que me vaya bien es el de todos los jugadores uruguayos. Uno de chico sueña con debutar en Primera División y también con irse a algún lugar en el extranjero en algún momento. Y te vas preparando. Cuando llega la posibilidad, sea donde sea, vas muy decidido a adaptarte, a andar bien y a tratar de dejar huella. Vine con convicción y con hambre de gloria o de dejar una marca. Y me fui adaptando a pesar de la altura”, explicó sobre sus inicios.

Jorge Cazulo celebrando el tanto marcado en la final frente a Alianza Lima.
Jorge Cazulo celebrando el tanto marcado en la final frente a Alianza Lima.

“Cuando llegué, mi primer partido oficial por el torneo fue en la altura. Y tenía ese miedo de que cuesta y si bien es verdad y hay que jugar de una manera diferente, vi que no me costaba tanto, seguramente por las características de mi juego, tengo buena capacidad aeróbica. Me chocó pero no tanto como creía y luego con los años vas aprendiendo a jugar y a rendir con esas dificultades”.

Llegó a Perú siendo volante por afuera, pero en Sporting Cristal, Roberto Mosquera, su técnico de entonces y también el actual, dado que regresó y se han reencontrado, fue quien lo puso de volante central. “Y me redescubrí y alcancé un rendimiento mejor que en la posición que jugué siempre, por afuera. Hoy me gusta más, porque yo en realidad no era tan habilidoso o tan determinante en el último cuarto de la cancha para jugar como volante externo. Y aunque no soy un especialista marcando puedo cumplir con el rol de ser un buen mixto. Tengo la suficiente técnica para entregar bien la pelota y la capacidad física para cubrir espacios. Me acomodé, me gustó y miré muchos jugadores en esa posición para aprender. Y al final, haciendo un resumen de mi carrera, es donde más cómodo me sentí y donde mejor he jugado sin dudas”.

PERÚ

Hoy en día ya es su segunda patria

“Siento un gran arraigo con este país porque me trataron muy bien desde que llegué. He tratado de involucrarme con su historia y de saber más, sobre todo por medio de mis compañeros de equipo. Pero lo que ha marcado a fuego ese cariño o esa identidad es el nacimiento de mis hijos. Con ‘Isa’, mi hija mayor, en la escuela voy aprendiendo con ella y trato de transmitirle que sienta ese orgullo de ser peruana, como lo sentimos nosotros desde la niñez por ser uruguayos. Nunca voy a dejar de tener el sentido de pertenencia por Uruguay pero he aprendido a querer casi a la par a esta tierra, porque me ha dado muchísimo, lo más importante mis dos hijos”.

Aún no ha decidido si se quedará a vivir para siempre en Perú o regresará a Uruguay. Tiene 38 años y en Sporting Cristal le habían ofrecido quedarse a trabajar en el club cuando llegue el momento de colgar los zapatos. “Pero al club lo vendieron y no hemos vuelto a conversar sobre el asunto. Si existiera esa posibilidad me gustaría, estoy muy cómodo aquí y también mi familia, pero no descarto la posibilidad de regresar a Uruguay. Si hay algo que me han enseñado los años y la madurez es a vivir el momento y no proyectar demasiado. Y decidir en base a la felicidad de mi familia. Nosotros podemos ser felices acá y en Uruguay también. La decisión que tome va a depender de lo que pase en el momento”.

El volante tiene claro que cuando sus hijos sean más grandes será más difícil mudarlos de Perú, donde nacieron y han vivido siempre. “Es algo que también me planteo. Tampoco me gustaría someterlos al trajín de la vida de un entrenador, que es a lo que me gustaría dedicarme cuando deje de jugar. El entrenador muchas veces está un año en un lugar y seis meses en otro. No quiero someterlos a estar de arriba para abajo. Tendremos que decidir qué vamos a hacer y tendré que ver si me voy con mi familia a no, o como lo resuelvo”.

Jorge Cazulo con los colores de Sporting Cristal.
Jorge Cazulo con los colores de Sporting Cristal.

Cazulo sabe que el cariño que él siente por Perú es recíproco. Y que lo han adoptado como uno de ellos. Y aunque no le gusta la palabra ídolo, es así como lo consideran los hinchas de Cristal. “Es algo extraño porque me brindaron ese cariño desde que llegué, no fue que me aceptaran después porque me empezó a ir bien o porque haya ganado títulos. En el partido de presentación ya sentí un feeling especial de la gente. Creo que pasa por el cariño y concepto que se tiene por los uruguayos en Sporting Cristal. Es un club con mucha historia con los uruguayos y eso me abrió la puerta. Me siento querido y reconocido. Lo valoro mucho y digo con orgullo que eso que yo recogí de otros compatriotas nuestros que pasaron por este club y dejaron la puerta abierta, el día que me vaya la puerta va seguir abierta. Cristal es un club con el que tengo una relación de mucho amor. Se me reconoce y lo agradezco cada día”.

De todas maneras, tiene claro que los títulos que ganó también influyen. “Fui campeón cuatro veces y eso te sostiene, más en los equipos grandes. Porque por más cariño que haya, por más identificación y rendimiento individual, lo que te sostiene es ser competitivo y ganar cosas. Llegué en el momento justo y he tenido compañeros espectaculares que me ayudaron a que mi paso por el club haya sido exitoso. Mientras me quede fuerza para seguir corriendo voy a seguir luchando para conseguir títulos para el club”.

trayectoria

Un largo camino en el fútbol

Cazulo se formó en Peñarol, pero también defendió a Plaza Colonia, Miramar Misiones, Bella Vista, Deportivo Maldonado, Rampla, Defensor Sporting, Nacional y Racing. “Hubo momentos en que miraba hacia atrás y lo vivía con frustración porque sentía que me faltó continuidad para poder explotar. Pero sabido es que en los equipos grandes cuando sos joven si no tenés continuidad no hay segundas oportunidades".

Jorge Cazulo con la camiseta de Peñarol. Foto: Archivo El País.
Jorge Cazulo con la camiseta de Peñarol. Foto: Archivo El País.

"Hoy, con 38 años, otra madurez y otra cabeza entiendo que mis pasajes por los grandes me dejaron mucho aprendizaje y un espíritu resistente ante la adversidad. Fue como sembrar algo que pude cosechar luego en otro grande como Sporting Cristal. Además del orgullo de haber jugado en equipos muy importantes. Y me gustaría agregar a Defensor Sporting, donde tuve la suerte de ser campeón. Miro para atrás y hay cosas lindas”.

Jorge Cazulo luciendo los colores de Defensor Sporting. Foto: Archivo El País.
Jorge Cazulo luciendo los colores de Defensor Sporting. Foto: Archivo El País.

Con Nacional fue campeón uruguayo y llegó a las semifinales de la Libertadores. “En Nacional cuando tuve oportunidad de jugar, rendí. Y además compartí plantel con gente muy valiosa. Como Ale Medina y el ‘Chapa’ Blanco, que son mis amigos hasta hoy, y otros por los que sentí admiración como Ligüera y OJ Morales. Dos tipazos”.

Jorge Cazulo durante su pasaje en Nacional. Foto: Archivo El País.
Jorge Cazulo durante su pasaje en Nacional. Foto: Archivo El País.

Con los directivos anteriores de Cristal, había acordado en retirarse a fines de este año para cumplir otra función aunque aún no se había decidido su cargo. Ya es entrenador recibido y ahora está estudiando administración en fútbol y gestión deportiva. Tomará una decisión a fin de año cuando termine la temporada.

Lo que sí tiene claro es que habrá un cambio de roles en su casa. Su esposa estudiaba repostería, que es lo que le gusta, pero ha postergado muchas cosas por el bien de la familia. “Ella ha sido un bastión en mi carrera y quiero ayudarla a que pueda realizarse. Será el momento de que yo me quede en casa con los niños”.

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