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El insólito gol en contra del arquero de Uruguay contra Brasil

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El autogol de De Arruabarrena ante Brasil
JUAN BARRETO

COLOMBIA 2020

Ignacio De Arruabarrena metió con su propia mano la pelota al arco para darle el 1-1 al rival en el Torneo Preolímpico Sub23. Costó dos puntos.

Es muy raro que un arquero se haga un gol en contra, porque generalmente hay factores que fuerzan el error de quien durante toda su carrera precisamente se dedica a evitarlos.

A veces es por un despeje fallido; otras porque quiere salir con las manos, se arrepiente a último momento y mete la pelota a su arco; incluso se han visto ejemplos de que quieren salir jugando con el pie y se autobaten. Ahora, ver un gol como el que se hizo anoche Ignacio De Arruabarrena es casi un milagro.

Que un arquero tenga la pelota aprisionado entre sus manos y sus piernas y que empuje el balón hacia adentro es no solo inexplicable, sino inaudito. Ocurrió en el minuto 40 del empate 1-1 entre Uruguay y Brasil y difícilmente se vea un gol más tonto que el que recibió la Celeste de su propio arquero.

¿Qué quiso hacer De Arruabarrena? Quizás ni él lo sabe. Lo concreto es que ese gol significó el empate definitivo, justo en el mejor partido de Uruguay en el Preolímpico Sub 23 y cuando la Celeste le estaba ganando al Brasil que la había pasado por arriba en la fase de grupos, partido que terminó con victoria auriverde por 3-1.

Quedará para siempre en la memoria de los uruguayos (y hasta del mundo) esta insólita jugada.

Esto no significa de ninguna manera aniquilar a De Arruabarrena, que en 2019 fue uno de los mejores arqueros del Campeonato Uruguayo defendiendo a Wanderers. Nadie discutió su titularidad y tampoco se lo discute para el partido ante Colombia, pero tampoco se puede desconocer el alto costo que tuvo su horror ante Brasil.

Tampoco se puede negar que, como la mayoría de los futbolistas de esta selección celeste, De Arruabarrena no tuvo un buen campeonato.

Es cierto que tuvo aciertos, como la doble tapada que hizo anoche mismo ante Brasil para evitar el 2-1, atajando primero un cabezazo a quemarropa y el posterior rebote. Tampoco se debe olvidar que el lunes, en la derrota 3-2 con Argentina, evitó el 4-1 ganando un mano a mano frente a un delantero argentino e inició ahí mismo la jugada que terminó en el 2-3. Sin embargo, tampoco hay que olvidarse que en la primera fase De Arruabarrena cometió dos penales (uno frente a Brasil y otro en la dura derrota 3-2 con Bolivia) y que fue responsable directo del 1-0 de Argentina ya en la fase final al recibir un gol de tiro libre desde muy lejos luego que la pelota picara antes.

Sí, el puesto del arquero es el más ingrato de todos y no es ningún secreto; que todos los buenos guardametas alguna vez se comieron goles tontos también es cierto. La cuestión es cómo y bajo qué circunstancias.

De Arruabarrena tendrá revancha y, ojalá para Uruguay y sobre todo para él, sea figura descollante el domingo frente a Colombia, clasifique a los Juegos Olímpicos con la Celeste, vaya a Tokio y se termine colgando la medalla de oro, pero lo cierto es que esta vez hipotecó el triunfo y las chances de Uruguay. Las muy buenas condiciones que tiene no las perderá. Para él será una prueba de fortaleza anímica levantarse de este duro golpe.

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