El tricolor no ha recibido goles y se mostró contundente en la ofensiva.

Al final de la segunda fecha del pasado Torneo Apertura, Nacional también estaba primero luego de ganar los primeros dos partidos del campeonato, pero en torno al tricolor giraban muchas dudas.

Es que el equipo que dirige Gustavo Munúa le ganó a River Plate con un gol sobre la hora de Santiago Romero, en un partido de ida y vuelta, y no se mostraba firme en defensa, ya que le convirtieron en los dos primeros partidos de la temporada.

Este comienzo de Torneo Clausura muestra un panorama diferente para los albos, más allá de que en los números el inicio es igual al del primer torneo corto de la temporada. Es que en los dos encuentros del certamen no le han convertido goles y se ha mostrado eficaz en la ofensiva, con un tridente que se entiende muy bien y que plasma en cancha lo que se trabaja durante la semana.

Que Villa Teresa no es medida, que River Plate jugó con mayoría de suplentes y con la cabeza en su histórica participación en la Copa Libertadores. Lo cierto es que Nacional hizo su trabajo.

Esteban Conde, aún en la mira de los hinchas tricolores, ha demostrado con creces ser un arquero de equipo grande, sabiendo que tiene que responder en las pocas situaciones de gol que el rival genere. Así pasó contra el conjunto "darsenero", que cuando el partido ya estaba 2-0 estuvo muy cerca de descontar con un cabezazo de Santiago Ciganda que el guardameta logró atajar. En esos momentos que Nacional domina en el juego, es fundamental la concentración del golero para no pasar sobresaltos.

La última línea tricolor continúa siendo el sector donde se perciben más falencias, pero aún así se muestra más firme que en el torneo anterior y, de hecho, no ha recibido goles. Ante River Plate, Jorge Fucile trepó con facilidad al ataque pero por momentos fue superado por la velocidad de Alexander Rosso. Mauricio Victorino realizó buenos quites en la zaga y se mostró sólido al igual que Diego Polenta, que terminó amonestado por una falta lejos de su área. Por la suspensión de Alfonso Espino el sábado debutó Mathías Olivera y lo hizo de forma correcta, aplicado en la marca.

Como es habitual, Nacional mostró la fortaleza y solidez que tiene en la mitad de la cancha con Gonzalo Porras y Santiago Romero, en tanto Ignacio González está motivado, siempre buscando la pelota y colocando pases entre líneas a las espaldas de los defensas rivales.

Como pasaba con Carlos De Pena y Leandro Barcia en el Torneo Clausura pasado, cuando el técnico era Álvaro Gutiérrez, Nacional le sabe sacar provecho a la velocidad por las bandas en la ofensiva, esta vez con el propio Barcia y Kevin Ramírez, el exjugador "bohemio" que se ha acoplado de buena forma al andamiaje del equipo. Todo brilla aún más cuando en el equipo hay un jugador como Nicolás López. Es que el "Diente" hace fácil lo difícil y con espacios hace destrozos porque es veloz, técnico y buen definidor. A diferencia de su debut con los tricolores, y producto de los años que han pasado, López está más maduro y este Nacional lo sabe aprovechar.

El próximo fin de semana Nacional enfrentará a Wanderers y el 25 de febrero comenzará el periplo por la Copa Libertadores, en Rosario, contra Central. Será el momento de ver si el equipo tricolor está preparado para "subir varios cambios", como el propio entrenador lo manifestó en el primer día de entrenamientos el 5 de enero, haciendo referencia a la manera en la que Nacional tiene que afrontar el máximo certamen internacional de América.

nNacional retorna esta mañana a los entrenamientos. El plantel está citado para la hora 9:00 en Los Céspedes en lo que será su última semana de actividad simple antes de debutar el jueves 25 en la Copa Libertadores. El próximo rival del tricolor es Wanderers, el sábado en el Parque Central.

NACIONALJUAN PABLO ROMERO