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Hungría-Uruguay: en el amistoso regresan Suárez y Cavani, los destructores

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Suárez y Cavani. Foto: AFP
[PABLO PORCIUNCULA

EN BUDAPEST

La selección uruguaya atacará hoy (15.00 hora uruguaya) con sus infalibles goleadores. Será el penúltimo partido de preparación de la Celeste previo a las Eliminatorias.

Pertenecen a una legión especial. Tienen un perfil que cuesta encontrarlo en otros goleadores. Son tan combativos y luchadores como grandiosos definidores. Llevan en la sangre una sed de competencia interminable. Su sentido de la responsabilidad colectiva es tan inmenso como su egoísmo para definir en el área. Son únicos. De verdad, que son inigualables. Para la Celeste, Edinson Cavani y Luis Súarez son como una especie de guerreros espartanos o, si quieren, los temibles vikingos capaces de lograr la victoria menos esperada y en el terreno más complicado.

Hoy vuelven a unirse en el ataque de la Celeste el primero y el segundo de los artilleros históricos del combinado nacional. Y es una suerte que eso suceda el día de la última prueba antes del inicio de las Eliminatorias para Catar 2022.

No se trata de minimizar lo que puedan hacer sus compañeros, simplemente de darle el lugar que corresponde a una de las duplas de ataque más poderosas que se puedan formar en el mundo actual. Y cuyo legado será imposible de superar.

El u201cPistolerou201d y el u201cMatadoru201d seguirán demorando la aparición de otras estrellas en el armado del once inicial de Uruguay porque el final de su ciclo todavía no asoma. Aunque alguna lesión pueda ofrecerse como una piedra en el camino, ellos no se cansan, no bajan los brazos. Renacen. Recargan baterías y atropellan otra vez. Emergen ante las críticas que puedan recibir desde algún costado para exhibirse como dos centuriones que se mantienen inalterables.

Verlos correr, arrojarse a los pies, luchar cuerpo a cuerpo contra dos zagueros, picar al vacío, aguantar la pelota para esperar a los volantes o buscarse para realizar la mejor asistencia de gol son nada más que el mejor reflejo de que u201cLuchou201d y u201cEdiu201d nacieron para ponerse la camiseta Celeste en el pecho.

Los dos saben que lo que viene por delante no es el desafío enorme de dar un salto grande en su carrera, más bien es empezar a abrocharla de la mejor forma. Pero lo bueno es que no se nota cuando Óscar Tabárez los puede utilizar.

Entran al campo de juego como si se tratase del primer día, como si lo que les tocara vivir fuese el anhelado debut y dejan el alma en cada pelota.

En Budapest, en un estadio que lleva el nombre de un mítico héroe húngaro (Ferenc Puskás), se volverán a encontrar con las mismas ilusiones.

Porque estos salteños ganadores empedernidos, destructores de redes, quieren seguir sumando festejos para que su cuenta personal se eleve aún más, para que el equipo se lleve otra victoria y para que la afición charrúa sienta que los tendrá absolutamente fuertes en el largo camino que llevará a cuatro selecciones sudamericanas al Mundial de Catar.

Vuelven los destructores. Y hacía tiempo que Uruguay no los disfrutaba. Después de aquella dolorosa eliminación de la Copa América de Brasil 2019 (por el odioso VAR que vio algún offside inexistente), el maestro no los había podido juntar.

Pasaron los amistosos ante Costa Rica, Estados Unidos y el doble duelo frente a los peruanos. Así que hoy, casi cinco meses después (del 29 de junio que no son celestes) cuando las imágenes lleguen desde Hungría, me prepararé para disfrutarlos. Y lo haré convencido de que todavía tienen la energía para alumbrar el camino de Uruguay.

Estoy seguro que así lo sienten ellos y así lo piensan todos sus futuros rivales en las Eliminatorias. ¡Vuelven Edi y Luis! Los destructores.

Uruguay-Hungría
Uruguay-Hungría

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