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La historia secreta: los problemas se podrían haber evitado

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Foto: EFE

#OVACIONENLAFINAL

El máximo organismo continental hizo caso omiso a la propuesta de empresarios de jugar una final en Miami.

Desde que los hermanos Alan y William Schlenker dejaron el poder de la barra de River tras controlar los negocios y la tribuna popular por una más de una década, los nuevos líderes de la facción más violenta de u201cLos Borrachos del tablónu201d cultivan un perfil mucho más bajo que los antencesores. Los Schlenker, hijos de una familia acomodada, fueron condenados a perpetua por el asesinato de otro integrante de la barra, Gonzalo Acro, en agosto de 2007. Sin embargo, recién en setiembre de este año la Suprema Corte de Justicia ratificó la condena.

Tras varios años de relativa paz en la interna de la barra brava millonaria, unos días antes de la final entre Boca y River, el periodista Pablo Carrozza dio a conocer el allanamiento de la casa de uno de los jefes de la actual barra, conocido como el u201cCavernau201d Godoy, a quien le encontraron 250 entradas para el superclásico y unos siete millones de pesos argentinos (200 mil dólares). La información que Carrozza dio a través de Twitter se viralizó horas más tarde en las cadenas de WhatsApp.

Una vez que se consumó el ataque al micro de Boca, que derivó en la suspensión de la finalísima, fue inevitable relacionar ese episodio con el allanamiento a un referente de la barra millonaria. Sin embargo, Gustavo Grabia, periodista especializado en investigaciones sobre barra bravas en Argentina, apuntó que el incidente que sufrió en plantel xeneize se debió a una falla en el operativo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Según publicó el especialista en el portal Infobae, el episodio no tuvo que ver con una liberación adrede de la zona donde pasaba el ómnibus que trasladaba al plantel xeneize. Simplemente se trató de una u201cimpericia insólita para quienes deben armar el operativo y permitieron a los animales disfrazados de hinchas llegar casi hasta el borde del micro y atacarlo con todos los objetos contundentes a mano, incluidos cascotes y botellas, que destrozaron el vehículo y lesionaron algunos futbolistasu201d.

El saldo de ese ataque fue la lesión ocular que sufrió el volante y capitán xeneize, Pablo Pérez. Grabia agrega en su artículo que, tras el descontrol en el cruce de las Avenidas Libertador y Monroe, los policías que escoltaban al plantel en motos reaccionaron con gases lacrimógenos a pocas cuadras de llegar a la cancha, tirándole a los hinchas que también estaban circulando por esa arteria. Como varios vidrios del bus estaban rotos, sus efectos no sólo se sintieron en la calle sino también adentro del mismo, lo que motivó que muchos futbolistas también se vieran afectados.

Ayer Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dijo que si bien lo sucedido era responsabilidad de la policía de la ciudad, no descartó que el allanamiento en lo del u201cCavernau201d Godoy estuviera vinculado con el ataque al bus xeneize.

FINAL ÚNICA. Las autoridades de la Conmebol se empeñan, desde hace más de una década, en imitar el formato de disputa de la Copa Libertadores y Sudamericana con la Champions y Europa League. Los ejemplos son muchos y van desde la clasificación a las competiciones priorizando la jerarquía de las federaciones para otorgar más o menos cupos de los clubes, hasta el sistema de definición de las llaves mano a mano con el peso del gol de visitante para evitar la definiciones por penales.

Sin embargo, tardaron décadas en implementar el modelo de final única. El anuncio se hizo recién este año con miras a las edición 2019, cuando el ganador de la Libertadores se defina en Santiago. ¿Por qué no se hizo antes? Las autoridades de Conmebol argumentaron sobre el valor de los costos de traslado de los hinchas a un país neutro y la mala conectividad de vuelos que hay en la región. Finalmente, dieron el brazo a torcer.

Antes de tomar esa resolución, el máximo organismo del fútbol continental hizo caso omiso a propuestas de empresarios para jugar ese partido único en Miami, donde la conectividad de vuelos es una garantía desde todos los países sudamericanos. Además, como otro punto a favor, todos los clubes que disputen una final de Libertadores tienen en la Florida al menos un hincha radicado en esas tierras.

Visto lo sucedido en la final u201csin mañanau201d de la Libertadores 2018 en Buenos Aires entre River y Boca, la Conmebol y los encargados de seguridad se hubieran sacado un enorme problema de encima a una semana de la reunión del G-20.

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