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La historia de amor de Thiago Vecino y Nacional

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Thiago Vecino, una de las grandes figuras que tuvo Nacional en el clásico. FOTO: Leo Mainé.

"Estoy viviendo un sueño y disfrutando el momento", explicó el joven centrodelantero que entró por Gonzalo Bergessio y fue una de las figuras del clásico.

"A Thiago desde siempre le apasiona el fútbol. Recuerdo uno de sus primeros partidos, un amistoso con el equipo de baby fútbol del Cerro, de donde es toda mi familia y la de mi mujer. Él estaba mirando el partido conmigo y le preguntaron si quería jugar. Tendría unos tres años y todavía usaba chupete... entonces dijo que sí, pero no sabía que hacer con el famoso chupete. Aunque entró a la cancha con él, después me lo dio para que yo se lo guardara. Y así empezó a jugar. Durante unos tres o cuatro años lo llevamos casi todos los días al Cerro, aunque nosotros ya hacía varios años que nos habíamos mudado a Jacinto Vera”, recuerda el exfutbolista Servando “Carita” Vecino, padre del actual centrodelantero de Nacional, mientras su hijo se saca algunas fotos con el reportero gráfico de Ovación.

“El amor que él tiene por Nacional es muy grande. Quizás lo heredó de su abuelo, que siempre fue muy fanático. Cuando ya jugaba en AUFI de Nacional yo lo intenté llevar al Comando, donde entrenaban las juveniles de Defensor Sporting, porque nos quedaba a unas cuadras de casa, pero él me dijo que no. Que quería jugar en Nacional, que no se iba a ir”, agrega.

Tanto Servando como Elena, su madre, siempre acompañan a su hijo a todos lados. Son una familia muy unida y nunca se pierden un partido de su hijo. Tampoco se lo perdían en formativas, donde Thiago Vecino es uno de los máximos goleadores de la historia del club, al punto que supera los 160 tantos y está cerca de marcas que lograron Luis Suárez, Martín Cauteruccio o Bruno Fornaroli. “Fue una emoción difícil de describir cuando lo vimos debutar. Costó más de lo que pensamos, pero todo llega a su momento”, comenta Elena.

Thiago junto a sus padres Elena y Servando, que lo acompañan a todos lados. FOTO: Leo Mainé.
Thiago junto a sus padres Elena y Servando, que lo acompañan a todos lados. FOTO: Leo Mainé.

“Se hizo desear mucho el debut. Costó mucho trabajo, mucho tiempo, pero la verdad que llegó de buena manera y eso es lo que a uno lo reconforta. No te voy a mentir que tuve algún que otro bajón, que es lógico que pase, pero fueron los menos por suerte. La verdad que siempre me mantuve fuerte, bien rodeado por mi familia, mi novia, mi círculo más cercano, que me apoyaron mucho en todo momento. Yo siempre fui consciente que en algún momento iba a llegar y que tenía que estar preparado”, analiza Vecino mientras camina por la cancha del Gran Parque Central en una tarde donde el viento y las bajas temperaturas se hacen notar de sobremanera.

A lo largo de la conversación en un par de ocasiones se detiene a hablar de su familia, el pilar más importante de su vida: “Ellos me acompañan desde bien chiquito, desde que arranqué a jugar. Es una satisfacción poder darle una alegría a ellos y que compartan este presente conmigo”. Y recuerda su negativa cuando su padre lo invitó a irse a los violetas: “Yo ya jugaba en Nacional de AUFI, ya estaba vistiendo estos colores... La pasión que viví desde chico, de venir al estadio con mi familia, con mis amigos y vivir esto, tener la posibilidad de jugar en Nacional es algo increíble. Me decidí por el amor que le tengo a estos colores”.

Thiago Vecino celebra su primer tanto en Primera con Nacional frente a River Plate. Foto: Leonardo Mainé.
Thiago Vecino celebra su primer tanto en Primera con Nacional frente a River Plate. Foto: Leonardo Mainé.

Vecino lleva jugados 158 minutos en la Primera de Nacional. Debutó oficialmente y como titular contra River Plate por la lesión de Gonzalo Bergessio y entró a los 22 minutos del clásico del domingo por la recaída del cordobés, siendo una de las figuras de los tricolores. “Me costó caer un poco, los momentos que me toca jugar los vivo con naturalidad y trato de hacer las cosas como las venía haciendo; si bien cambian muchas cosas como el escenario, los rivales, intento hacerlo igual que en juveniles. Después que empezás a caer, pasan los días, que comenzás a charlar, baja la tensión y todo lo que se vive, empezás a caer en la realidad y es todo soñado. Es lo que estaba esperando hace mucho tiempo”, explica con tranquilidad, eligiendo las palabras justas y demostrando mucha madurez con 20 años a la hora de declarar.

“Lo que más cambia es la adrenalina que te genera jugar con toda la hinchada, es algo más que se suma al juego, es un plus, son sensaciones distintas. Lo del domingo, con el estadio lleno de gente de Nacional apoyando, es algo que te mueve otras fibras, que te activa de otra manera”, dice quien tiene un feeling especial con la hinchada tricolor, al punto que en la primera jugada en la que participó le festejaron un quite en mitad de la cancha. “Siento que hay un cariño especial y un apoyo muy grande hacia mí ya hace mucho tiempo. Creo que la Libertadores Sub 20, con la que me empecé a hacer conocer un poco más, y los tres goles clásicos, fueron cosas que marcaron. Lo del clásico fue fuerte, me motivó más, me generó cosas, entrar y que la gente te aplauda son cosas que al jugador lo motivan mucho”, reflexiona.

Thiago Vecino en Nacional
Vecino celebrando uno de sus goles clásicos en formativas. Foto: prensa Nacional

La movilidad, el saber ubicarse en el área y su definición son rasgos que lo distinguen a Vecino y que ya los mostró en los encuentros que jugó. A la hora de hablar de sus virtudes manifiesta que “buscar la posición en el área para convertir y estar cerca del gol es lo que busco. Me gusta pelear todas las pelotas sea como sea. Te pueden salir bien las cosas, te pueden salir mal, podés errar pases, pero la actitud trato de que siempre esté al 100%” y dice que tiene que pulir “salir a participar más del juego, no perder pelotas y aguantarla más para darle un respiro al equipo. Trato de mejorar todo lo de un ‘9’ porque recién arranco y tengo un millón de cosas en las que me puedo superar”.

Vecino lleva 11 goles en clásicos de formativas. El domingo lo buscó, estuvo cerca, pero no se dio. “Después, mirando la repetición, no podía creer cómo Rojas me sacó el gol cuando desbordó 'Mati' Viña; también pasó muy cerca uno de los cabezazos, pero lo más importante es que el equipo ganó y fue un muy buen partido de todos”.

Vecino explica que “con Seba Fernández en el banco comentábamos que había que ejercer un poco más de presión arriba, adelantarnos unos metros en la cancha y se da la circunstancia que pasa lo de ‘Gonza’ (Bergessio) y tenía en mente hacer eso, y fueron las mismas indicaciones que me dio él cuando salió. Cuando entré, hablé con ‘Feli’ (Carballo) y ‘Gabi’ (Neves) para apurarlos más adelante, para que cometieran errores y nosotros así aprovechar esas fallas”.

El atacante de Montevideo en una de las incidencias del clásico. FOTO: Gerardo Pérez.
El atacante de Montevideo en una de las incidencias del clásico. FOTO: Gerardo Pérez.

A la hora de elegir un asistidor, no lo duda: Pablo Barrientos. “Pitu’ es un jugador que lo veía de chico en San Lorenzo, tiene una visión de cancha increíble, donde agarra la pelota te deja mano a mano. Tuvimos la posibilidad de jugar juntos contra River, pero fue un partido medio raro y no se dio la chance de que me pudiera asistir”.

El atacante de 1.83 metros vence su contrato con Nacional a fin de año, pero no es un tema que lo desvela. “Esta es mi casa. Mi familia, mi representante, yo y Nacional, estamos todos alineados, todos saben lo que quería, que era jugar, necesitaba tener una oportunidad. No se habló más en estas últimas semanas, yo ni me preocupé por el tema, sé lo que quiero. Fueron semanas intensas, estoy viviendo un sueño y disfrutando del momento y quiero seguir trabajando para mejorar”.

El domingo se cerró con un asado en familia que salió de forma espontánea. Junto a su novia, con la que está desde los 14 años, fueron a hacer las compras a un supermercado y no paró de recibir saludos y pedidos de fotos, a las que accedió con amabilidad. Su humildad lo caracteriza y su familia no puede faltar nunca, menos aún si se trata de un festejo por sus primeros logros como futbolista profesional.

Vecino en el Gran Parque Central, su segunda casa. FOTO: Leo Mainé.
Thiago Vecino en el Gran Parque Central, su segunda casa. FOTO: Leo Mainé.

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