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La historia atrás del adiós

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Diego y Pablo. Los Forlán vivieron a distancia el anuncio del retiro de “Cachavacha” de la selección; uno en Japón, el otro en su casa en Montevideo.
PABLO PORCIUNCULA - AFP - AFP

Hace más de una semana, Forlán le pidió a su club brindar el anuncio; le pidieron un mes.

Pese a que su experiencia sobre las costumbres japonesas ya lo habían entrenado para entender la cultura oriental, la decisión de retirarse de la selección y su rápido deseo de hacerlo público, chocaron, de pronto, contra las barreras naturales que existen entre el mundo del que lo vio nacer y el que lo adoptó por estos días. Diego llegó una mañana de los primeros días de marzo al club, después que había procesado la decisión con su familia, y le dijo a los dirigentes de Cerezo Osaka la determinación que había adoptado después de 13 años con la Celeste y que pretendía comunicarlo inmediatamente. La respuesta fue, según explicaron a Ovación, que debían cumplir diferentes etapas y que eso podía llevar un mes.

Inmediatamente, Diego insistió en su deseo de realizar el anuncio lo antes posible, pero tuvo que hacerse de paciencia.

Al mismo tiempo, pretendió hacer la ceremonia en la mañana de Uruguay, pero resultó imposible porque se trataba de la noche en Japón. El club no lo aceptaba. Esa situación llevó a que analizara la posibilidad de hacer una anuncio sin prensa, solo a cámara.

Finalmente, Forlán aceptó hacerlo a la hora 11 de la mañana de Japón del jueves, 23 de Uruguay del miércoles, en la sala de prensa de la ciudad deportiva de Cerezo Osaka, que tuvo las 32 sillas de la sala colmadas, para seguir el anuncio, y a millones de espectadores a través de la transmisión internacional que se generó en la página web del futbolista.

Entre la comunicación al club de la decisión de retirarse de la selección, superar los formalismos a ritmo de vértigo para las costumbres orientales, y las pruebas de conexión transcurrió poco más de una semana. En ese período, mientras Diego entrenaba, su familia en Montevideo, que es la que maneja la imagen del jugador, y Paz, su esposa, en Japón, realizaron una y otra prueba con las cámaras. Fueron reiterados ensayos, sin el protagonista, hasta que finalmente, el 12 de marzo, a la hora fijada, la imagen que recorrió el mundo mostró a Forlán instalándose en la mesa junto a su traductor.

El adiós del histórico jugador de la selección generó algunos interrogantes que tienen respuesta.

¿Fue determinante para Forlán quedar fuera de la última reserva que realizó Tabárez para el partido ante Marruecos? No. Diego ya había resuelto antes que había cumplido su ciclo en la selección, explicaron a Ovación. La decisión, agregaron, la tomó y la procesó en familia. Un día llamó a su padre y le dijo que había llegado el final. Lo habló con su hermano Pablo y con el resto.

¿Forlán leyó el texto que tenía preparado? No, lo había estudiado previamente y lo transmitió con sus palabras. Su retiro lo explicó en 1209".

¿Quiénes lo acompañaron en la ceremonia en Japón? Su esposa, Paz, y la madre de ella.

¿Dónde vieron su padre y su familia la transmisión? En la casa de Pablo, en Montevideo, donde se encontraban sus hermanos Pablo y Alejandra.

¿Este anuncio del retiro de la selección acelera su alejamiento del fútbol? No. Seguirá jugando.

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Diego y Pablo. Los Forlán vivieron a distancia el anuncio del retiro de “Cachavacha” de la selección; uno en Japón, el otro en su casa en Montevideo.

DIEGO FORLANLUIS EDUARDO INZAURRALDE

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