El partido estuvo detenido durante cuatro minutos porque los parciales de Peñarol se subieron a las rejas perimetrales y a la vieja estructura del tablero.
Transcurría el minuto 9 en el estadio Domingo Burgueño Miguel de Maldonado, cuando el árbitro Andrés Cunha detuvo el partido, se acercó a sus colaboradores y llamó a la guardia policial. La orden era que los hinchas se bajaran de las rejas perimetrales, porque en caso contrario no seguía el partido. Al mismo tiempo, en una de las cabeceras, los hinchas colgados de la estructura de hierro del viejo tablero no se movía de sus "ubicaciones".
Cuatro minutos después, bajaron del tejido perimetral, continuó el partido, pero nadie se movió de la estructura de hierro del tablero.
En Maldonado