De pronto y si más razones que violar las normas y romper las reglas, tras el empate de Joaquín Aguirre para El Tanque Sisley a los 73’, se interrumpió el silencio que había acompañado el partido en el Parque Viera.

Un hincha, con una camiseta de Peñarol que se dejaba ver entre los abrigos —porque colgaba debajo de la campera—, se acomodó en la parte más alta en la tribuna Jorge "Chifle" Barrios (la Colombes si fuera el Estadio) y, como si estuviera en la barra de aliento, empezó a saltar y cantar. Pidió la reacción del equipo; por Pacheco y le reclamó a los jugadores que tuvieran más actitud. Mientras tanto, seguía el fútbol.

Tres minutos después, cuando vio que la Policía ingresó a retirarlo, pretendió correr, pero no tuvo escapatoria. Lo atraparon y se lo llevaban del Viera, en el mismo momento que Diego Forlán convertía a los 77 su primer gol en Peñarol.

Esa fue una de las curiosidades de un partido atípico, el primero de los dos que jugará Peñarol sin público en este inicio del Apertura y que pretende marcar un quiebre histórico en la lucha de la AUF contra los hinchas violentos.

Antes y después del partido, en los alrededores todo transcurrió en calma. En paz. El despliegue policial afuera del estadio fue mínimo. Solamente una decena de hinchas y en forma pacífica transitaron las afuera del Viera.

En el Viera