"Fue decisivo abrir el marcador pronto", comentó Arjen Robben, el jugador holandés de 22 años. "Creo que fueron las condiciones climáticas las que hicieron que, tras un
comienzo brillante, bajaramos el ritmo. Hacía muchísimo calor en el estadio. Habían 27 grados. A la media hora, ya estábamos cansados y ardíamos".
Los jugadores de Holanda se quejaron del césped del estadio de Leipzig en el que disputaron su primer partido. "Queríamos desarrollar un juego mucho más atractivo pero no era posible con un césped como ése: estaba demasiado duro y tuvimos muchas dificultades", lamentó el atacante Ruud Van Nistelrooy.