NACIONAL

Martín Lasarte, en diálogo con Ovación, admitió que en el comienzo del segundo tiempo se cuestionó la modificación que había realizado tras la expulsión de Diego Polenta; "quizás debí sacar un volante y no a Sebastián Fernández".

La bronca por la derrota clásica se fue diluyendo, la preocupación por situaciones de juego que se volvieron a repetir no. Martín Lasarte, tras analizar repetidamente lo que sucedió en el encuentro clásico comentó a Ovación: "hay cosas que me preocupaban semanas antes y que vamos a tener que ver cómo las solucionamos, porque de ahora en más lo que tenemos que hacer es sacudir rápido esta energía negativa".

Lasarte, que consideró que el partido de Nacional no fue tan malo y que hubo circunstancias del juego que bien pudieron marcar un desarrollo favorable a los tricolores, añadió: "contra River no pudimos aprovechar las jugadas de gol que fabricamos y en el clásico pasó algo parecido. En los primeros minutos tuvimos el dominio del partido y fallamos dos ocasiones muy buenas para convertir. Una de ellas a dos metros del arco. Después, aunque en la segunda mitad no empezamos bien, tuvimos otras dos acciones muy claras. La pelota que no entró de Rodrigo Aguirre, el tiro en el caño de Tabaré Viudez".

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Sobre los hechos más preponderantes del duelo ante Peñarol, Lasarte marcó: "para nosotros Diego Polenta es muy importante. No es un hecho menor que el equipo tuviera que disputar el clásico sin Diego Arismendi, que es un jugador de enorme trascendencia en lo anímico, y que después perdiera al otro líder que es Polenta".

La expulsión terminó decidiendo una variante para cuidar la línea de cuatro y el entrenador de Nacional admitió que a los diez minutos del segundo tiempo se cuestionó la modificación que había llevado adelante. "Me lo cuestioné, sí. Creo que lo mejor hubiese sido que sacara un volante y no a Sebastián Fernández, pero tenía claro que debía proteger la línea de cuatro porque Agustín Rogel estaba con amarilla. Un zaguero debía ingresar".

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El entrenador de Nacional sostuvo que el equipo sabe que es tiempo de "ponerle el pecho a las balas" y comentó: "yo creo mucho en los ciclos de energías positivas y negativas. Ahora nos tocó esto y hay que trabajar y trabajar. No queda bien decirlo, pero hay que comer mierda y tratar de inyectarnos un poco el espíritu del amateurismo. Hay que salir de la zona del confort y masticar la derrota. No queda otra, pero ojo, que esto no es algo negativo, este regreso a las raíces tiene que asumirse como positivo como una oportunidad para volver a nacer".

Además, Lasarte señaló que la idea que debe primar ahora es la de sumar los 30 puntos que hay por delante, pero sin mirar más allá de la próxima contienda. "Esto es un día a día, un partido a partido, ganando todo lo que hay por delante. Ir de manera impostergable por esos tres puntos, porque los puntos que teníamos para perder ya los perdimos".

Sin tratar de poner excusas, el técnico de los tricolores recordó algunas situaciones que se originaron para terminar afectando el poderío del plantel. "Del equipo campeón se fueron 15 jugadores. Dejamos ir a Santiago Romero porque íbamos a apostar a Felipe Carballo, pero no se quedó ninguno de los dos. Pretendíamos que Rafa García siguiera en el club, pero no fue posible. Son hechos concretos y reales, de los que todos somos responsables".

En cuento a la primera charla con el plantel en Los Céspedes, precisó: "nada diferente a los que estamos acostumbrados a realizar. Hay muchas cosas para hablar, porque perdimos y hay que saber que masticar la derrota es un comienzo".